Podemos ha perdido 7,2 millones en tres años y lleva ritmo de colapsar en 2027 por falta de liquidez
Las nuevas cuentas anuales, que desvela OKDIARIO, revelan 3 años consecutivos de pérdidas millonarias

Las nuevas cuentas anuales de Podemos correspondientes al cierre del 2024 revelan una situación financiera insostenible que amenaza la supervivencia del partido político fundado por Pablo Iglesias y ahora liderado por Ione Belarra e Irene Montero. La formación ha acumulado pérdidas por valor de 7,22 millones de euros en los últimos tres años consecutivos, mientras su patrimonio se ha desplomado un 16% hasta los 11,5 millones de euros.
El análisis de los estados financieros auditados por AOB Global Auditoría de Cuentas evidencia que, manteniendo el ritmo actual de pérdidas, Podemos agotaría su liquidez en 2027 y, de salvarse de esa situación, colapsaría a nivel financiero en 2029. La formación política morada ha perdido una media de 2,41 millones de euros anuales desde 2022.
En concreto, los documentos oficiales muestran que Podemos registró pérdidas de 2,1 millones de euros en 2024, una cifra que se suma a los 4,7 millones perdidos en 2023 y los 388.735 euros de 2022. Esta sangría contrasta con los 438.448 euros de beneficio obtenidos en 2021.
El patrimonio neto de la organización se ha erosionado de forma alarmante. Ha pasado de los 13,7 millones de euros de 2023 a los actuales 11,5 millones, lo que supone una merma de 2,2 millones en un solo ejercicio.
Podemos publicaba el desglose por comunidades autónomas. Primero fueron nueve las federaciones regionales en número rojos, luego 10 y ahora vuelven a ser 9. El 45% de las federaciones de Podemos están en números rojos, y las pérdidas de estas nueve federaciones casi triplican los beneficios generados por las 11 restantes.
Hemorragia millonaria
La tesorería disponible también refleja la precaria situación financiera. Podemos cuenta con 6,8 millones de euros en efectivo, frente a los 8,5 millones del año anterior. Esta reducción de 1,7 millones limita su capacidad operativa inmediata.
El desequilibrio estructural entre ingresos y gastos constituye el núcleo del problema. En 2024, la formación ha ingresado 4,6 millones de euros pero ha gastado 5,4 millones, generando un déficit de 849.796 euros solo en la actividad ordinaria. Por otra parte, se suma la actividad electoral que acentúa los números rojos del antiguo partido de los círculos.
188 trabajadores menos
La debacle financiera ha provocado un adelgazamiento organizativo sin precedentes. La plantilla se ha reducido de 251 trabajadores en 2022 a apenas 63 en 2024, lo que representa una disminución del 75%. Esta cifra incluye tanto el personal del partido como el de los grupos parlamentarios y coaliciones electorales.
El Consejo Estatal ha pasado de 32 empleados en 2023 a 35 en 2024, mientras que los consejos autonómicos han experimentado una reducción: de 37 a 28 trabajadores. La mayor contracción se ha producido en los grupos parlamentarios, que han perdido personal en prácticamente todas las comunidades autónomas.
Los gastos de personal han descendido de 5,5 millones en 2023 a 2,6 millones en 2024, pero siguen representando el 58% de todos los ingresos ordinarios. Esta proporción resulta insostenible para cualquier organización, según los estándares de gestión empresarial.
La dependencia de las subvenciones públicas se ha intensificado hasta niveles críticos. Del total de 4,6 millones de euros ingresados en 2024, casi 2,9 millones proceden de fondos públicos, lo que supone el 63% de los ingresos totales.
Las «aportaciones de grupos institucionales» han sufrido el mayor descalabro, pasando de 2,7 millones en 2023 a 1,3 millones en 2024. Esta reducción del 50% refleja la pérdida de representación institucional tras los malos resultados electorales del 28 de mayo de 2023.
Las cuotas de militancia han mostrado una relativa estabilidad en torno al millón de euros, pero las aportaciones de cargos públicos se han desplomado de 986.689 euros en 2023 a 475.573 euros en 2024.
La formación mantiene un sistema de microcréditos para financiar sus campañas electorales, con un saldo pendiente de devolución de 44.429 euros a 31 de diciembre de 2024. Según las cuentas, estos «préstamos civiles» no devengan intereses y se devuelven «cuando Podemos cobre la subvención electoral establecida legalmente».
Los auditores han emitido una opinión favorable sobre las cuentas, considerando que «expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la Entidad». Sin embargo, han identificado el reconocimiento de ingresos como «un área significativa y susceptible de incorrección material».
Proyección catastrófica
La proyección matemática basada en la pérdida media anual de 2,41 millones de euros dibuja un escenario catastrófico. Podemos agotaría su efectivo disponible en 2027, provocando una crisis de liquidez que imposibilitaría el pago de nóminas y gastos corrientes.
El colapso total llegaría en 2029, cuando se consumiría la totalidad del patrimonio disponible. Esta cronología sitúa la extinción práctica del partido antes de las próximas elecciones generales. Todo ello en plena pugna en el espacio que antes era Izquierda Unida para ver si consiguen alguna alianza entre Podemos, Movimiento Sumar, IU, Más Madrid, Equo, Compromís, Chunta, En Comú, Alianza Verde, Batzarre, Més, Iniciativa del Poble Valenciá, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Drago Canarias, etc.
La situación se agrava por la estructura de costes, que permanece sobredimensionada respecto a la capacidad de ingresos. El ratio gastos-ingresos del 118,5% evidencia un modelo organizativo insostenible que requiere una reestructuración inmediata y profunda.
Sin una intervención drástica que revierta la tendencia actual, Podemos se encamina hacia una hecatombe financiera que podría culminar con su desaparición del mapa político español en menos de cinco años.
Fundación también en crisis
Por su parte, la fundación del partido, Instituto República y Democracia, ha presentado sus cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2024, auditadas por AOB Global Auditoría de Cuentas, refleja una entidad que ha experimentado una drástica caída en resultados.
Los números revelan una transformación sustancial en la estructura financiera de la fundación, con pérdidas de 56.405 euros en 2024 frente a los beneficios de 59.886 euros obtenidos en 2023, lo que supone un vuelco de más de 116.000 euros en el resultado anual.
El patrimonio neto de la fundación que dirigía Juan Carlos Monedero y ahora el ex jemad Julio Rodríguez se ha reducido de forma significativa, pasando de 115.637 euros en 2023 a 54.371 euros en 2024, una caída del 53% que evidencia el impacto de las pérdidas acumuladas.
Esta merma patrimonial se ha visto agravada por la drástica reducción de la tesorería disponible, que ha pasado de 102.401 euros a apenas 24.508 euros, lo que representa una disminución del 76% en la liquidez inmediata de la organización.
Los ingresos de la actividad propia han experimentado un desplome del 83%, cayendo desde 330.575 euros en 2023 hasta 56.629 euros en 2024, una contracción que refleja las dificultades operativas de la entidad. Paralelamente, los gastos de personal se han reducido de 193.134 euros a 88.557 euros, evidenciando un proceso de reestructuración que ha afectado tanto a la estructura de costes como a la capacidad operativa de la fundación de Podemos.