Podemos en extinción: 153 empleados a la calle y 4,7 millones de pérdidas en un año

Podemos se asoma al precipicio. El partido político, que en su momento fue símbolo de una nueva izquierda en España, atraviesa la mayor crisis desde su fundación en 2014. En el año 2023, la formación ha perdido 153 empleados –la mayoría, trabajadoras mujeres– y ha visto cómo sus finanzas se han desplomado con 4.687.599 euros de números rojos. Estas cifras reflejan un declive organizativo del partido de Ione Belarra e Irene Montero, que viene de la mano de las devastadoras derrotas electorales que han dejado al partido en una situación crítica.

Las últimas elecciones generales, autonómicas y locales fueron un auténtico batacazo para Podemos. La coalición con Sumar, Izquierda Unida y otros partidos no consiguió los resultados esperados. La pérdida de representación en el Congreso de los Diputados y en multitud de comunidades autónomas dejó al partido en una posición marginal dentro del escenario político español.

Esta caída en el respaldo popular se ha traducido directamente en una crisis y un desplome financiero, ya que las subvenciones públicas que recibe Podemos están vinculadas al número de escaños obtenidos. Podemos cerró sus cuentas al término de 2022 con 388.735 euros en números rojos. Ahora han dado a conocer su cuenta de resultados a 31 de diciembre de 2023, que arroja un saldo negativo de 4.687.599 euros.

Los ingresos de origen público se han desplomado de 8,8 millones de subvenciones, y donaciones de las aportaciones a grupos institucionales a 6,1 millones. Los ingresos privados han pasado de 2,9 millones a 2,3. Se trata de las cuotas de los afiliados, las aportaciones de cargos públicos y las donaciones y legados. En el lado de los gastos, en personal se pasa de 6,1 millones a 5,4; y los gastos ordinarios de 5,1 millones a 4,4. Por otra parte, se refleja la actividad extraordinaria, es decir, lo relativo a las elecciones. Se contabilizan 2,5 millones de ingresos que no aparecen el año anterior. Sin embargo, los gastos por los comicios se han cifrado en 5,2 millones, por lo que se aumentan las pérdidas finales.

Despidos

La memoria anual de Podemos refleja que han tenido que hacer numerosos despidos que se suman a bajas ante un proyecto que no ilusiona precisamente. Culpabilizan de ello expresamente al proyecto electoral de Yolanda Díaz: «Debido a los resultados locales, autonómicos y municipales de la coalición Sumar de la que formamos parte, ha sido necesario afrontar un proceso de reorganización interna para adaptar la organización a los nuevos recursos y que pasó por un Expediente de Regulación de Empleo desarrollado en el marco legal establecido».

Hasta ahora se conocía el despido de 45 personas en ese ERE. Sin embargo, OKDIARIO ha podido saber que las bajas en un año ascienden a 153 personas. La plantilla que trabajaba en el partido era de 154 personas (80 hombres y 74 mujeres). Doce meses después, la plantilla morada se ha visto reducido a 69 personas (41 hombres y 28 mujeres).

Se produce una masculinización del partido que se dice feminista. Ha habido más salidas de mujeres y ahora casi el 60% de los empleados son hombres. Por otra parte, hay que sumar los asesores en los grupos parlamentarios de las comunidades autónomas. Podemos ha decidido borrar ese apartado que hasta ahora sí aparecía en sus documentos internos. En 2022 reflejaron 66 personas en los hemiciclos regionales que ahora han desaparecido por completo. Podemos ha perdido 449 trabajadores desde 2018 entre bajas y despidos.

Muchos de estos trabajadores, que en su mayoría se encontraban en áreas de comunicación, organización y estrategia, habían sido claves en la expansión del partido en sus primeros años. Ahora salen por la puerta de atrás a pesar de que para Podemos el empleo de calidad siempre ha sido una máxima.

Las pérdidas de 4,7 millones en un solo año pone en evidencia la magnitud del colapso económico que sufre Podemos. La dependencia de las subvenciones públicas ha dejado al partido morado en una situación vulnerable, y la drástica reducción de ingresos ha obligado al partido a replantearse su futuro financiero.

Con la salida de Pablo Iglesias de la primera línea política, y con los liderazgos de Belarra y Montero en el alambre, la lucha por mantener la cohesión interna augura un panorama incierto. La reciente crisis financiera y de personal es solo la punta del iceberg de un problema más profundo: la pérdida de relevancia en un escenario político. Tras lograr escaños en el Parlamento Europeo de Irene Montero e Isa Serra; en el Congreso, Belarra –que como adelantó OKDIARIO reventó el grupo de Sumar en el Congreso– se esfuerza por marcar línea propia. Los próximos meses dirán si es la estrategia acertada para salvar a un Podemos que está en la encrucijada. La supervivencia está en juego en un mapa político que les enseña la puerta de la desaparición definitiva.