Marlaska deja sin agua caliente a las guardias civiles de El Pardo y la destina a fregar el suelo
Desde hace 2 meses ha 'condenado' a duchas frías a las ocho profesoras del centro de adiestramiento canino de la Guardia Civil

El Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, castiga a un grupo de mujeres guardias civiles a duchas frías. Prefiere que se friegue el suelo con agua caliente, ya que ha quitado el termo eléctrico del vestuario femenino para colocarlo en las instalaciones del servicio de limpieza.
Esta situación se está produciendo desde el pasado mes de septiembre en el Centro de adiestramiento de perros de la Guardia Civil (CAPEDE), ubicado en El Pardo (Madrid) y encuadrado dentro del servicio cinológico y remonta, de quien depende técnica y funcionalmente.
En este centro se forman los guías caninos de las distintas unidades del servicio cinológico -especialidad que usa perros para labores policiales- y se adiestra a sus canes. También es el centro encargado de capacitar a los guías de perros para labores docentes de adiestramiento.
Sólo las mujeres sin agua caliente
Este problema sólo afecta a los vestuarios femeninos, los masculinos sí disponen de agua caliente. Las perjudicadas son las ocho profesoras del centro, encargadas de impartir el curso de guías de perros de seguridad y rescate, el de guías de perros detectores de explosivos y el de guías de perros detectores de drogas.
Debido a las tareas que realizan durante estas formaciones, que requieren de esfuerzo físico, los profesores finalizan el servicio empapados de sudor y en invierno a veces también calados por la lluvia y las bajas temperaturas, por lo que se duchan en las instalaciones nada más terminar el trabajo. Sin embargo, desde hace dos meses, las mujeres, de hacerlo, tiene que ser con agua fría.
Denuncia ante el Consejo de la Benemérita
Esta situación ha hecho saltar las alarmas en la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la mayoritaria y decana, que denunciará el caso el próximo miércoles en la Comisión de Riesgos Laborales del Consejo de la Benemérita. Exigirá «explicaciones y una solución urgente».
«Disponer de duchas con agua caliente no es un lujo, sino una cuestión básica de bienestar y salud laboral. Además, no podemos desvestir a un santo para vestir otro», declara a OKDIARIO Eugenio Nemiña Suárez, responsable jurídico de la AUGC, así como vocal del Consejo de la Guardia Civil y de la Comisión de Riesgos Laborales.
Además, Nemiña señala que «se está convirtiendo en habitual discriminar a los guardias civiles frente al resto de civiles que trabajan en la institución». «No tiene sentido que para coger un poco de agua caliente para limpiar sea necesario que las agentes se queden sin él en el vestuario. No tiene justificación alguna retirarlo a unos para dárselo a otros cuando existen mecanismos para dar servicio a ambas situaciones», declara indignado.
Y hace hincapié en que esta situación es «un ataque directo a las guardias civiles que trabajan en estas instalaciones, impidiéndoles que tengan un vestuario en condiciones».
De no solucionarse el problema de forma interna en la Guardia Civil, la AUGC presentará una denuncia ante Inspección de Trabajo solicitando su intervención para solucionarlo, como ya ha hecho en otras ocasiones, con el correspondiente varapalo para Interior.
Para mantener el jardín sí hay dinero
Eugenio Nemiña también destaca que mientras el Ministerio del Interior no dispone de presupuesto para comprar un termo eléctrico, «por otra parte, ha anunciado una licitación de 146.688,39 anuales para el mantenimiento de los jardines donde se entrenan los perros».
«El termo de agua caliente es tan necesario como el mantenimiento de las instalaciones», subraya, denunciando que «es vergonzoso» que no se haga frente a un coste de unos mil euros, pero sí haya 150.000.
Una situación similar han vivido los agentes de Tráfico: Marlaska los ha dejado con un curso a medias por falta de dinero, pero gastará 300.000 euros en regalos, como juguetes, abanicos y pines, como también ha informado en exclusiva OKDIARIO.
«Mientras Interior no tiene dinero para algunas cosas, nos encontramos con obras con sobrecostes como las detectadas en el conocido caso cuarteles», apunta Nemiña.
En otro cuartel se prohíbe el agua caliente
La situación de las guardias civiles de El Pardo se suma a la sufrida en el cuartel de Corcubión (La Coruña), donde Marlaska ha gastado 2,5 millones de euros en la reforma verde y prohíbe a los agentes desde hace cinco meses usar el agua caliente, como recientemente ha revelado este diario.
Dicho cuartel alberga distintas unidades: Seguridad Ciudadana, Policía Judicial, el Seprona y Tráfico, y el problema afecta a 50 guardias civiles.
Además, en este cuartel de La Coruña no hay vestuarios femeninos, lo que obliga a la única mujer a desplazarse entre distintos bloques para poder cambiarse, algo que, según denuncia la AUGC, «constituye una discriminación intolerable».
«Primero se alegaron excusas presupuestarias, luego se ejecutaron obras millonarias y, finalmente, se mantienen los mismos problemas por pura inacción administrativa», explica la asociación mayoritaria, exigiendo también una solución urgente a todas las deficiencias que presenta este cuartel.
Para la AUGC, tanto lo que ocurre en la escuela de El Pardo como en el cuartel de Corcubión evidencia «una vez más el abandono de Interior a la Guardia Civil». «Una situación que también refleja, por ejemplo, el hecho de alojar en barracones con chinches a la élite de la Guardia Civil durante sus prácticas anuales», concluye Nemiña.