Llop evitó corregir en el Congreso la ley del ‘sólo sí es sí’ que ahora le parece «gravísima»

La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha lamentado este miércoles los efectos «gravísimos» de la conocida como Ley del sólo sí es sí, que ha provocado ya más de 400 rebajas de condena a agresores sexuales y una treintena de excarcelaciones. Llop, juez de profesión, no participó en la elaboración de la ley, que fue impulsada en 2020 por el Ministerio de Igualdad y el de Justicia, siendo su titular Juan Carlos Campo. El proyecto se aprobó en Consejo de Ministros el 6 de julio de 2021 y pasó al Congreso de los Diputados. La actual ministra accedió al cargo seis días después. Es decir, con margen suficiente para frenar las penas en el Parlamento e impedir sus fatídicas consecuencias.

En este tiempo, la ley transitó por el Congreso de los Diputados sin que el Partido Socialista hiciese nada por elevar las penas. Los socialistas podrían haber aprovechado por ejemplo el trámite de enmiendas para corregir las horquillas penológicas, evitando así que los delincuentes sexuales se viesen beneficiados, como ha ocurrido finalmente. De hecho, el PSOE se sirvió de este trámite para intentar modificar la también polémica Ley Trans, endureciendo los requisitos para el cambio de sexo en menores, aunque sus enmiendas decayeron por el voto en contra de Podemos y otros aliados parlamentarios.

Llop accedió al cargo precisamente al inicio del trámite parlamentario, pues el 26 de julio de 2021 se abrió el plazo para la presentación de enmiendas al proyecto del Gobierno. El PSOE no incorporó ninguna observación en las penas, como sí hicieron otros partidos, entre ellos el Partido Popular o ERC. El plazo para corregir el texto finalizó el 23 de diciembre de ese mismo año. Es decir, cinco meses después.

Posteriormente, el proyecto se debatió en la Comisión de Igualdad, que elevó su dictamen al Pleno del Congreso para su aprobación el 26 de mayo de 2022. De ahí, pasó al Senado, quedando definitivamente aprobada la ley el pasado 25 de agosto. El 6 de septiembre se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y entró en vigor un mes después.

Cabe recordar que, como desveló este periódico, Moncloa había advertido a Igualdad, ya en septiembre de 2020, de la rebaja penal que implicaba la norma, e instó a aumentar los castigos a los delincuentes sexuales.

«Buena ley»

Desde su llegada al ministerio hasta la aprobación de la ley, Llop no hizo nada para reformarla. Incluso la defendió con vehemencia. Por ejemplo, el pasado 2 de diciembre, ya en plena cascada de revisiones, alegó: «Es una buena ley, es una ley que tiene una finalidad muy clara, que es proteger a las víctimas. Más allá de los efectos punitivos que pueda tener, se pretende un modelo nuevo en materia de política criminal».

La ministra justificó entonces que la unificación del abuso y violación en un solo delito, la agresión sexual, había provocado que el marco penológico se hubiera «estirado».

Ahora, el Partido Socialista ha registrado en el Congreso su propuesta para elevar la horquilla de penas para los delitos sexuales, aunque la reforma no evitará que siga produciéndose la revisión de decenas de condenas y nuevas excarcelaciones. La iniciativa ha provocado una seria crisis con Podemos.

Este miércoles, la ministra ha asegurado que se siente «absolutamente responsable de la reforma» y que asume «en primera persona lo que pueda pasar».

Llop ha reconocido «la gravedad» de las situaciones que han vivido algunas víctimas afectadas por las rebajas de penas y ha defendido que el Gobierno ha actuado por ellas desde «el primer momento», analizando las resoluciones, esperando la reacción de la Fiscalía y cómo resolvía esta situación el Tribunal Supremo. «Y, precisamente, ante las resoluciones que estaban dictando los tribunales entendimos cuál era el foco del problema, que son las rebajas de las penas, y ahí es donde hemos actuado», ha tratado de justificar.

El PP destaca la importancia de que Llop se sienta responsable de esta norma porque como ministra de Justicia y juez tiene «doble responsabilidad».