Aunque el Ayuntamiento de Vic, gobernado por los separatistas de Junts per Catalunya (JxCat), no quería que Escola de Tothom, la principal asociación que defiende el castellano en las escuelas catalanas, instalara su carpa en el municipio barcelonés, los constitucionalistas han desafiado a la alcaldesa separatista Anna Erra y se han instalado frente al mercado municipal. La respuesta ha sido abrumadora: decenas de personas se han acercado para interesarse y firmar a favor de su petición para que se cumpla la sentencia que obliga a que el 25% de las clases en Cataluña sean en castellano.
«Cataluña no es uniforme, la escuela es monolingüe al contrario que nuestra sociedad y, por tanto, ese reflejo se tiene que ver en la escuela y hay demanda. Nos gustaría que nos conozcan y seguir trabajando, hoy en Vic, y la semana que viene a otra población», ha defendido la Presidenta de Asamblea por una Escuela Bilingüe, Ana Losada.