La CUP y la extrema derecha se encuentran cara a cara en Barcelona

CUP

Aproximadamente 150 denominados ‘antifascistas’ convocados por Arran, la organización juvenil de la CUP, se han dado cita en Barcelona esta tarde, en la Calle Ganduxer, para protestar contra las ‘agresiones fascistas’ que afirman que tuvieron lugar este domingo en la manifestación por la unidad de España en la capital de la comunidad. A la vez, un centenar de personas de extrema derecha se ha congregado al otro lado de la calle para mostrar su rechazo a la primera concentración.

«Acabemos con el odio allí donde comienza. Porque para acabar con el fascismo hay que combatirlo de raíz», era el mensaje que compartían desde Arran citando a sus seguidores a las 19.30 horas. Los radicales de izquierdas, que han realizado varias pintadas en las fachadas de la zona, han estado en todo momento vigilados por varios Mossos ataviados con material antidisturbios. Los manifestantes han coreado cánticos como «las calles siempre serán nuestras».

A la vez, otro grupo de extrema derecha ha decidido contraprogramar a los jóvenes de la CUP con una concentración para defender la unidad de España. En este caso, se han reunido aproximadamente 100 personas, que curiosamente solo han estado controladas por Mossos vestidos de paisano. 

Vecinos asustados

Los periodistas de OKDIARIO desplazados en Barcelona han sido testigos del encuentro, en el que a pesar de increparse y lanzarse distintas provocaciones, los grupos no han llegado a tener contacto físico. Aun así, varios vecinos afirmaban ante nuestros micrófonos sentirse asustados por las posibles rencillas que pudieran producirse.

Una de las mujeres con las que han tenido oportunidad de hablar, reivindicaba su derecho a sentirse española y catalana y afirmaba que ha colocado tanto la bandera de la comunidad como la nacional en su balcón.

Tensión social

El encuentro entre grupos radicales ocurrido este lunes en la Ciudad Condal, es una buena muestra de la tensión política y social que se vive en Cataluña tras la declaración ilegal de independencia y mientras parte del destituido Govern se encuentra en Bruselas tratando de buscar una salida que no les lleve a la cárcel.

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