Crisis del coronavirus

El aviso de la Embajada china el 28-F: «El 85% de los enfermos se curarán si se actúa pronto»

Un experto chino referente internacional en enfermedades infecciosas alertaba entonces de la importancia de la detección y el aislamiento temprano en el coronavirus

Coronavirus: última hora en directo del Covid-19 y las fases de la desescalada

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El experto chino Zhong Nanshan y Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La Embajada de China en España mantuvo en las etapas iniciales de la crisis del coronavirus en nuestro país una postura apegada al Gobierno. Sus mensajes se hacían eco de la información oficial difundida por el Ministerio de Sanidad, entonces despreocupado por la explosión pandémica en España. Sin embargo, al mismo tiempo, desde la Embajada recogían la lucha titánica de China para contener su brote y la expansión internacional. Uno de esos mensajes adquiere con el paso de las semanas un nuevo sentido. El 28 de febrero, la Embajada puso el foco en la importancia de una actuación temprana para la curación de los enfermos.

El mensaje era demoledor y procedía de toda una autoridad en el país, el doctor Zhong Nanshan, considerado un referente mundial en el estudio de las infecciones respiratorias. Este epidemiólogo, conocido como el «héroe del SARS» por sus investigaciones sobre este virus desde 2003, relataba cómo «es importante distinguir el coronavirus de la gripe común en un corto periodo de tiempo». 

El aviso de este especialista alertaba directamente sobre la urgencia de implantar un sistema de detección y diagnóstico precoz. Sin embargo, el Gobierno español desoyó la experiencia china. Durante semanas, incluso en plena crisis, se resistió a una estrategia de pruebas generalizadas que permitiesen detectar por ejemplo a asintomáticos, grandes transmisores de la enfermedad, o actuar de inmediato en pacientes con síntomas leves. Un criterio que no modificó hasta comienzos de este mes de mayo, cuando obligó a las comunidades autónomas a realizar la PCR  o bien otra prueba diagnóstica en las primeras 24 horas a los pacientes que presenten síntomas del coronavirus. Hasta ese momento, la prueba sólo se realizaba a los casos más graves y en hospitales, lo que provocó que numerosas personas no fuesen diagnosticadas y pasasen la enfermedad en sus domicilios, con el consecuente riesgo de complicaciones.

Según este especialista, en cambio, la clave para la contención era evitar «la propagación inmediata cuando alguien ha sido infectado». Por ello, recomendaba «firmemente» como la «medida más importante» la «prevención, la detección y el aislamiento tempranos».

Otro de sus consejos era movilizar a personal especializado. «Los pacientes deben ser admitidos en los hospitales designados; si no, los hospitales ordinarios consumirán muchos más recursos humanos», añadía el experto. Explicaba también que «el tratamiento de enfermedades infecciosas agudas necesita un cierto grado de profesionalismo» y «los pacientes críticos deben ser tratatos no sólo a través de la epidemiología, sino también de la multidisciplinariariedad». Un mensaje que quedaría obsoleto con el posterior colapso del sistema sanitario en los países golpeados por la pandemia del coronavirus, lo que obligó a movilizar más recursos personales.

El experto chino proponía una estrategia con un eje claro: «Prevención, detección y aislamiento temprano»

33 casos en España

Por esa fecha, el coronavirus ya avanzaba en España. Se habían confirmado 33 casos, uno de ellos en estado grave. El informe del departamento de Seguridad Nacional de ese día avisaba que «debido a la situación epidemiológica mundial no se puede descartar que lleguen a España personas infectadas por Covid-19 procedentes de diferentes provincias de China, así como de otros lugares donde se están produciendo casos».

Este departamento, dependiente de Presidencia de Gobierno, recogía también el aviso del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés), por el cual, «el riesgo de que se produzcan brotes similares al que está teniendo lugar en Italia, en otros países de Europa, se considera moderado-alto».

La epidemia se expandía imparable. En China, se habían confirmado 78.855 casos, con 2.789 fallecidos. En Italia, el país por entonces más golpeado en Europa, se contaban ya 650 casos y 17 muertos. Cuatro países europeos habían notificado contagios sin vínculo epidemiológico, uno de los indicadores de riesgo en una epidemia.

Fernando Simón defendía entonces que «el riesgo está perfectamente delimitado»

El 28 de febrero, el portavoz técnico Fernando Simón defendía que no era necesario un cambio de escenario «porque el riesgo está perfectamente delimitado» y no existe «riesgo poblacional». Es decir, según Sanidad no sería necesario elevar el nivel de seguridad ni adoptar medidas excepcionales. Un día antes, Simón despreciaba el potencial del coronavirus asegurando que, si bien no era «banal», tampoco era «grave». El responsable del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias admitía que «una transmisión asintomática» podría «generar casos que no se controlen» pero descartaba que ello fuese «la generalidad». Semanas después, en cambio, Simón acabó admitiendo que la transmisión generalizada explotó a finales de febrero.

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