Amiga de Barberá: «Yo hubiera dado un paso atrás viendo cómo estaba, pero ella lo consideraba cobarde»

La abogada Paula Sánchez de León recibe a OKDIARIO después del funeral de la que fuera su amiga Rita Barberá. Fue delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana durante varios de los años de mandato de Barberá en el Ayuntamiento de Valencia, así como vicepresidenta o consejera de la Generalidad Valenciana previamente. Ha compartido muchos momentos en lo político pero, no tiene duda, se queda con Rita la valenciana, no la política.

Sánchez de León ha pasado página de la política, abre las puertas de su despacho de abogados en una céntrica calle valenciana. Ha visto caer a mucha gente tras procesos judiciales anticorrupción y señala que no tiene que seguir siendo así. Apuesta por que este triste desenlace sirva para cambiar algunas cosas.

Pregunta.– ¿Cómo te sientes escasas horas después del funeral de Rita Barberá?

Respuesta.– Pues la verdad que tengo una sensación de vacío importante. Pena, confusión, rabia, un cúmulo de sentimientos.

P.– ¿Crees que ha tenido una despedida a la altura?

R.– Sí. Creo que se ha demostrado, tal y como ha dicho una sobrina suya en el funeral, que todo lo que se ha trasladado de ella en los últimos tiempos no es real. Porque ahí ha estado la gente, el sentimiento se respiraba por todos los poros. Miles y miles de personas que querían estar y no han podido. Las colas en el Ayuntamiento demuestran que era una persona querida en Valencia, querida y respetada.

P.– El tanatorio efectivamente estaba completamente desbordado, ¿la vas a recordar en el plano profesional y político o más en el personal como amiga?

R.– Sobre todo como amiga. Sobre todo me quedo con la Rita persona. La Rita que tuve la oportunidad de conocer personalmente en los últimos años, porque políticamente la conocíamos todos desde hace muchos años, que desde luego para mi ha sido un privilegio poder decir que ha sido amiga mía. Ha sido amiga de sus amigas. Una persona intensa, vital, devoraba la vida, contagiaba su pasión, siempre estaba ahí cuando la necesitabas, desde luego me quedo con Rita persona.

P.– ¿La imagen que trasladaba en los medios de alegría, vital… se correspondía en las distancias cortas?

R.– Era completamente igual. Es que no tenía dobleces. Solamente había una Rita. Yo me quedo con la parte personal después de tener la oportunidad de conocerla y cuando lo haces y tienes amistad con ella, ello prevalece frente a cualquier otra cosa. Pero ese mismo temperamento, esa misma fuerza… que trasmitía en política la trasmitía en sus relaciones personales. Era idéntica.

P.– ¿Era muy familiar?

R.– Sí, han estado todos en el funeral. Es que la tenía presente siempre. Incluso en la vida política las cosas que he compartido con ella tenía un papel especial. Ella lo decía y presumía de ello: «Es que para mí, la familia es lo más importante y me gusta la gente que valora la familia, a quien no valora ni respeta a la familia le falta algo», así lo opinaba y yo lo comparto.

P.– La familia al final ha mostrado la separación de Rita de su partido pidiendo que no asistan políticos, ¿qué te ha parecido?

R.– Yo respeto, la familia, al final, en estos momentos ha hecho lo que su corazón le ha pedido y hubiera querido ella. Ella ha sufrido mucho en los últimos tiempos y está todo muy reciente. Hay mucho dolor y han preferido pasarlo en la intimidad sin tanto boato ni formalismo. Cerca de la gente más próxima que la quería. Ella les quería a ellos y ellos a ella.

P.– ¿Crees que habido una o varias causas del fallecimiento?

R.– Creo que ha habido una sola causa: el sufrimiento que ha tenido. Lo que pasa que ese sufrimiento, a mi me parece que muy difícil focalizarlo en una sola causa. Desde luego yo estoy convencida de que Rita ha muerto por el sufrimiento que ha tenido en los últimos meses. Estoy convencida porque además estaba bien de salud, no tenía nada. Además que yo la he visto. Como su salud se ha ido deteriorando, ese sufrimiento ha sido tan bestial lo que le ha ocurrido, ese linchamiento público, que le venía por todos lados. No soy capaz de decir que haya una sola vía: ni su partido, ni los medios, ni los enemigos… Ha sido todo un conjunto que al final no ha superado.

P.– Esa deshumanización, ¿eras partidaria de que hubiera dado un paso atrás de la vida política?

R.– Yo es que creo que es muy difícil opinar sobre eso. Yo hablé con ella de este tema. Pero es que ella y yo somos, éramos, opuestas temperamentalmente. A veces lo hablábamos. Yo creo que yo hubiera dado un paso atrás porque yo no sé si hubiera sido capaz de aguantar pero es que yo nunca me considero que fuera tan valiente como ella. Es que ella era una persona valiente, nunca había dado un paso atrás. Defensora de sus ideas, sus ideales, sus principios… No entendía por qué tenía que dar un paso atrás ahora, es que no lo entendía. Y yo le entendía a ella, y lo respetaba, otra cosa es que me doliera verla así, como amiga y como persona. Pero ella me lo explicaba y yo lo entendía perfectamente. ¿Por qué? ¿Por qué tengo que renunciar si no había hecho nada?, era inocente.

P.– Si renunciaba consideraba que se la consideraría culpable y que pedería el honor, lo único que le quedaba.

R.– Perdería el honor y yo creo que ella, no sé si lo llegó a verbalizar pero renunciar para ella era cobardía. Y Rita era de todo menos cobarde. Era apartarse para no sufrir. Ella era muy valiente y me decía: «No me puedo esconder».

P.– ¿Crees que tantos años en el poder y perderlo puede afectar?, ¿de tenerlo todo a ganar las elecciones pero no gobernar?

R.– Todo afecta. Cada uno en la vida tiene una trayectoria, unas circunstancias. Juzgarlo desde fuera es súper fácil. Ha estado mucho tiempo el poder pero porque estaba bien, tenía salud, tenía capacidad política, la gente quería que estuviera. Hasta que punto eso es una razón, yo creo que en su caso no. ¿Qué hubiera pasado si se hubiese ido? Pues qué nos hubiese pasado a cualquiera en la vida si hubiéramos tomado una decisión distinta a la tomada.

P.– ¿Ha cometido fallos?

Ha sido una persona con sus defectos y con sus virtudes. Absurdo es no aceptarlo. No hay ninguna persona que no los tenga, claro. Y encima el que está todo el día, las 24 horas, tomando decisiones y todo el mundo juzgándolo, imagínate lo complicado que es eso. Pero sobre todo yo valoro la parte personal de las personas ha sido coherente y valiente y claro que puede que se haya equivocado. Pero esto tiene que servir para que no se repitan estos linchamientos. A Rita se le faltó el respeto, al final, se le faltó mucho el respeto.