Iglesias es el único líder de la oposición con seguridad pública permanente en su domicilio

Pablo Iglesias e Irene Montero disponen de un servicio de vigilancia permanente de la Guardia Civil -una pareja en turnos de ocho horas- en el exterior de su vivienda, en la urbanización de La Navata. Los agentes, que hasta ahora prestaban su servicio a la intemperie, cuentan desde este martes, como reveló OKDIARIO, con una caseta prefabricada con calefacción, cuya continuidad no está del todo asegurada por las quejas de los vecinos por el ruido del generador. El ‘cuartelillo’ -una reclamación de los guardias civiles desde que Interior les destinó para proteger a los dirigentes de Podemos-tampoco dispone de aseo.

En esas condiciones, los agentes proporcionan vigilancia durante 24 horas al día. Un hecho que está provocando carencias para asegurar la protección ciudadana en el resto de la localidad.

La semana pasada, sin ir más lejos, el Ayuntamiento de Galapagar (PP) solicitó a la Delegación del Gobierno que incrementara el número de efectivos de la Guardia Civil en el municipio y adoptase las «medidas oportunas» para velar por la seguridad de todos los vecinos. En su petición, el Gobierno municipal explica que ha sido destinada «una parte importante» de los agentes «a la seguridad de un ciudadano en particular» y no a la seguridad de toda la población de Galapagar.

Años reclamando protección

El Ministerio del Interior concedió a Iglesias y Montero estas medidas de protección tras años reclamándolas. El secretario general de Podemos lleva prácticamente desde que su partido irrumpió en la escena política preocupado por su seguridad y su falta de anonimato.

Durante el gobierno de Mariano Rajoy, desde el partido morado se trasladó en distintas ocasiones a Interior la preocupación por la seguridad de su líder, aunque el Ejecutivo descartó una situación de riesgo. Esas reclamaciones fueron atendidas desde el primer momento, sin embargo, por el departamento de Grande-Marlaska. En octubre, y coincidiendo con la negociación de los Presupuestos Generales entre ambos partidos, Interior dio además la orden de reforzar la seguridad en torno al lujoso chalé, con una continua presencia de vehículos de patrulla más los efectivos habituales.

Una medida excepcional

La vigilancia estática es algo poco habitual y una medida reservada, habitualmente, a altas personalidades del Estado y del Gobierno. Aunque por motivos de seguridad se desconoce el número de ministros del actual Ejecutivo que cuentan con alta protección, las 24 horas, sí existen otros datos que dan una idea de la excepcionalidad de esta medida. 

En 2017, por ejemplo, 35 guardias civiles y 15 policías estaban asignados a seguridad estática en domicilios de personalidades o ex altos cargos ya alejados de las funciones públicas. Además, otros 15 guardias civiles y 123 policías prestaban servicio de escolta, según reveló el Gobierno en una pregunta por escrito en el Congreso. Cuatro guardias civiles y otros tantos agentes de la Policía prestaban servicio de seguridad a sus familiares.

En la respuesta se aclaraba también que la Policía cuenta con dos vehículos de alta gama adscritos al servicio de protección de ex cargos públicos.

Amenazas a los líderes políticos

Iglesias tampoco es jefe de la oposición en el Congreso, una figura aprobada en 1983 por la Mesa del Congreso, y que, aunque en desuso, se sigue atribuyendo de determinados ‘privilegios’ como coche oficial, escolta, despacho y personal de gabinete, todo a cargo del presupuesto del Congreso. y si se solicitan. Ese papel corresponde, hoy por hoy, a Pablo Casado.

En este tiempo, Podemos ha denunciado varias amenazas de muerte contra Iglesias, como ‘tuits’ o vídeos. Apenas unos meses después de su irrupción, la formación denunció un mensaje en redes: «Pablo Iglesias y demás tienen que ser metidos en una fosa con un tiro en la frente». También denunciaron un vídeo en el que se veía a dos individuos en un tanque profiriendo amenazas al líder podemita.

No es un caso único. En enero del año pasado, un hombre fue detenido en Igualada por amenazas contra Albert Rivera, como «lo único que se merece es un tiro en la cabeza». Tras pasar por el juzgado, fue puesto en libertad.