Sánchez da una patada al turismo con una tasa que encarecerá los vuelos con destino a España

Nuevo varapalo de Pedro Sánchez al turismo español. Precisamente cuando el sector turístico está luchando por recuperarse, tras el impacto de la pandemia de coronavirus y las restricciones adoptadas para contener la crisis sanitaria, el Ejecutivo socialcomunista vuelve a poner nuevas trabas para que esta se produzca. ¿Cómo? Con un nuevo impuestazo que grabará a las aerolíneas que operen vuelos domésticos dentro de nuestro país.

Y es que el Gobierno ha planteado a Bruselas aprobar un impuesto específico a los billetes de avión, tal y como figura en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que Moncloa envió a la Comisión Europea (CE) el pasado viernes. El objetivo de esta nueva tasa es fomentar el uso de otros medios de transporte más sostenibles, cargando con un nuevo impuesto a las compañías aéreas por la utilización de los combustibles.

Sin embargo, la realidad de esta medida es que las perjudicadas nuevamente serán tanto las empresas como los usuarios de avión. De este modo, los turistas tendrán que hacer frente a un aumento de los precios de los billetes en vuelos domésticos, siendo laos principales perjudicados el archipiélago Canario y el Balear. Hay que tener en cuenta a mayores que las aerolíneas atraviesas una grave crisis económica como consecuencia del desplome de la demanda y los cierres de fronteras decretados en numerosos países.

Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Áreas (ALA), defiende que «el impuesto que se propone tendría un efecto marginal en la reducción de las emisiones. Pero el efecto sería devastador para el turismo, el empleo y la conectividad de nuestro país, precisamente en un momento en le que la industria está luchando por su supervivencia. En el caso de que dicho impuesto se configure como una tasa al combustible sólo afectaría a los vuelos domésticos, y muchos de ellos son vuelos esenciales».

El sector aéreo

Algunas comunidades ya han sufrido enormemente el golpe de la pandemia. La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, informó recientemente de que actualmente hay 7,2 millones de plazas aéreas ofertadas para venir a las islas entre abril y octubre, «una programación todavía muy elevada, pues es un 72,4% de lo operado en 2019», aunque el 1 de febrero figuraban 8,8 millones de plazas para el mismo periodo, lo que supone una pérdida del 18,8%.

Y es que a pesar de la progresiva recuperación, las aerolíneas españolas operarán este verano el 58% de los vuelos que se realizaron en la misma temporada de 2019, antes del impacto de la crisis del coronavirus, según las previsiones de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA). Una cifra que refleja que la situación del sector turístico no se ha recuperado y las aerolíneas tendrán que esperar para llenar sus vuelos.

«Lo que hace falta es invertir hacia una aviación más sostenible y eso pasa por ver la posibilidad de alternativas al queroseno como es la electricidad y el hidrógeno. Mucho más que detraer recursos de la industria vía impuestos. Hay que desarrollar infraestructuras para que la aviación cada vez emita menos», añade Gándara.