Rato señala a Montoro en la última sesión del juicio por el origen de su patrimonio
El ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha aludido a la investigación abierta contra Equipo Económico, el despacho del exministro de Hacienda Cristóbal Montoro, por un presunto tráfico de influencias con la Agencia Tributaria en beneficio de sus clientes en la que ha aparecido su nombre.
En la última sesión del juicio iniciado el pasado mes de diciembre en la Audiencia Provincial, Rato ha hecho uso de su derecho a la última palabra y ha leído varios correos electrónicos del que fuera jefe de gabinete de Montoro. Los correos demostrarían que meses antes de que se produjera la entrada y registro en su domicilio y en su despacho todos ellos estaban al corriente de las actuaciones de la Agencia Tributaria, algo ilegal.
Así lo ha señalado el exministro cuando ha hecho uso de la última palabra en la que ha sido la última sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid a lo largo de seis meses y en 56 sesiones, y que ha quedado visto para sentencia este viernes.
«Ya sabemos por qué estoy aquí», ha dicho Rato, que ha afeado el «dolorosísimo y larguísimo procedimiento» al que ha sido sometido él, su familia y «todo el que se ha cruzado conmigo» mediante una acusación «improcedente». Para Rato, que ha leído íntegramente su declaración para no desviarse del mensaje ni un ápice, su defensa ha sido eficaz presentando argumentos consistentes y pruebas, y considera que de esa forma ha dejado en evidencia «el castillo de naipes fabricado» tanto por la Fiscalía, como por la Abogacía del Estado y la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), dependiente de la Agencia Tributaria. El ex ministro ha enumerado una serie de comunicaciones siguiendo un orden cronológico y ha aseverado que su «asombro y perplejidad» por esta causa encuentran explicación en las mismas.
«Estamos aquí porque el 21 de enero de 2015, el jefe de Gabinete del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el señor Felipe Martínez Rico, escribía el siguiente correo electrónico a Cristóbal Montoro: Santiago (Menéndez), director de la Agencia Tributaria entonces, quiere comentar contigo la situación fiscal de Rato. Tiene ahora indicios de que está procediendo al alzamiento de bienes. Traerá información preparada, pero es posible que la situación derive en la necesidad de una entrada y registro. Puede comentarlo el jueves después del comité de dirección o después del Consejo de Ministros el viernes, como prefieras», ha leído Rato ante el tribunal.
Tras esa primera comunicación, Rato ha leído una segunda de 9 de febrero del 2015 también atribuida a Martínez Rico. «Una vez más, escribía este otro correo al ministro de Hacienda. Rodrigo Rato sí presentó la declaración. En la declaración 720 hemos pedido a la Agencia Tributaria la información y vamos a revisar la que habíamos elaborado y te entregamos, por si hay alguna errata que corregir», ha continuad leyendo.
Luego, se ha referido a unas declaraciones de 4 de abril de 2015 del entonces ministro de Justicia Rafael Catalá a una agencia de noticias en las que, asegura, éste dijo que Rodrigo Rato se había acogido a la regularización fiscal. Ha matizado que ésta era información secreta que sólo podía conocer a través del ministro de Hacienda.
«Estamos aquí» ha continuado «porque el 16 de abril del 2015, el mismo día que fui detenido y mi casa y mi oficina fueron registradas, previo aviso a los medios de comunicación, una vez más Felipe Martínez Rico, jefe de Gabinete del ministro Montoro, le escribe otro correo electrónico en el que asegura que la amnistía fiscal ha servido de señuelo a la Agencia Tributaria para centrar investigaciones de fraude fiscal y que de la investigación posterior incluso pueden derivarse acusación por delito fiscal». Tras esto, Rato ha indicado que esas comunicaciones son la razón de que él esté sentado en el banquillo de los acusados.
Rato, visto para sentencia
Tras 56 sesiones, la Audiencia Provincial ha dado por concluida la vista tras la lectura por parte de algunos de los acusados -Rato; su excuñado Santiago Alarcó; el que fuera su mano derecha en Bankia, José Manuel Fernández Norniella; su secretaria Teresa Arellano; el abogado Domingo Plazas y el representante de Plazas Abogados- de las últimas palabras, que todos han aprovechado para agradecer al tribunal su actitud a lo largo de los cinco meses que ha durado el juicio.
La Fiscalía Anticorrupción atribuye a Rato once delitos fiscales, blanqueo de capitales y corrupción en los negocios, por los que pide para él 63 años de cárcel y 42,4 millones de euros de multa. La Fiscalía solicita también que Rato indemnice con 7,75 millones de euros a la Agencia Tributaria.