Ganó 16 millones de euros en la Lotería y ahora vive de alquiler social: «Mi mayor…»
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Vivir de alquiler social después de ganar 16 millones de euros en la Lotería es una historia propia de un guion de Hollywood. Podría ser la historia económica jamás contada de un hombre que podría tenerlo todo y más y ha acabado sin nada, viviendo de las ayudas del estado. A las puertas del mayor sorteo de la lotería del año y con premios que gracias al euro se han multiplicado, podremos descubrir a un hombre que decidió actuar de todo corazón.
Dicen que existe una maldición secreta que afecta a todos los ganadores de la lotería. En el caso de este hombre se nota especialmente estos días en los que cada euro cuenta, conocer el paradero de una cantidad de dinero que nadie ganará en toda su vida, es algo que puede sorprendernos. Este francés que en su día abrió todos los telediarios tiene muy claro que, si la historia se repitiese, volvería a hacer lo mismo. No se arrepiente de nada, aunque lanza una poderosa advertencia y una lección de vida para aquellos que sigan sus pasos. Después del éxito puede llegar el fracaso más absoluto.
16 millones de euros en la Lotería
Cuesta de creer que se pueda ganar nada más y nada menos que 16 millones de euros en la Lotería. Una cantidad de dinero que nadie más vera en su vida o al menos, ningún trabajador común que se enfrenta cada día a una jornada laboral de 8 o 10 horas.
Si hacemos cálculos, con un sueldo de 40.000 euros al año, que ya es mucho más de lo que se cobra en España, al final de nuestra vida laboral, suponiendo que trabajemos durante 40 años, el saldo de lo que habremos ganado, no se acerca a esta cantidad.
Como mucho, habremos ganado 1’6 millones de euros. Una cantidad de dinero que nos habrá permito, en principio, tener una casa en propiedad o dos, dependiendo de lo buenos gestores que seamos. Disponer de una calidad de vida, alta, en un mundo donde cada vez se paga más.
Cuesta creer que un hombre que ganó 10 veces más de lo que se puede ganar en una vida laboral, haya acabado en un hogar social. La historia de este francés ha ocupado las primeras páginas de los principales medios de su país y no es casualidad.
Ahora vive de alquiler social
Vivir en alquiler social cuando se han tenido 16 millones de euros en el banco puede acabar siendo lo que confirme la maldición de la lotería que parece que afecta a todos aquellos que obtienen un sustancioso premio. Nadie o casi nadie acaba su vida habiendo multiplicado sus ganancias, sino todo lo contrario.
Tal y como explican en el medio francés Midilibre: «El 3 de diciembre de 1995, Bruno Caloone, un treintañero de Hazebrouck (Hauts-de-France), gana el premio mayor de la lotería nacional. Acaba de ganar 70 millones de francos, es decir, unos 10 millones de euros actuales. Treinta años después, nuestros colegas de La Voix du Nord se reunieron con Bruno Caloone. Todavía vive en Hazebrouck en una vivienda social, pero no se avergüenza de ello: «Estoy bien donde estoy, no es un deshonor estar en una vivienda social».
Siguiendo con la misma explicación: «Del premio mayor que ganó, le queda lo suficiente para vivir, pero más necesariamente para hacer locuras. Ha hecho locuras en el pasado. Por un lado, compartió sus ganancias con sus familiares y hizo muchas donaciones a asociaciones. También montó un establo con hasta 14 caballos, señalan nuestros colegas. Pero el proyecto más loco seguirá siendo el de haberse hecho cargo de una empresa cárnica especializada en carne de cerdo. En 1997, se convirtió en jefe de Labis y conservó a los 49 empleados de la época. Pero en 2004, con el mercado del cerdo en dificultades, Bruno perderá la empresa. Labis está liquidado. Un fracaso que no es uno según el sexagenario. Hoy, el ganador de la Lotería del 3 de diciembre de 1995 asume que no se arrepiente de sus gastos y aprecia haber podido traer el bien a su alrededor».
Una historia que nos recuerda la importancia de las decisiones que tomamos y que puede acabar siendo lo que nos acompañará en estos días en los que quizás tengamos la alegría de la Lotería de Navidad. Una cantidad de dinero que quizás hasta la fecha no sabíamos que podríamos tener por delante y que quizás hasta la fecha desconocíamos.
Hay que mirar bien donde poner el dinero y aunque sea un premio, gastarlo de forma desmesurada no puede traer nada bueno, sino todo lo contrario, quizás perdamos más de lo que acabaremos ganando en estos días en los que cada detalle cuenta.