Despídete de estas monedas: el motivo por el cúal saldrán de circulación y cuando

A pesar del creciente interés en los pagos digitales, un estudio del Banco de España, presentado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), revela que el dinero en efectivo sigue siendo la opción preferida para la mayoría de los españoles. Un 60% utiliza habitualmente monedas y billetes como forma de pago principal, y un 65% lo hizo a diario en el último año. A diferencia de países como Suecia o Canadá, donde el uso del efectivo es muy bajo, en España el efectivo ha vuelto a ganar popularidad tras la pandemia, aunque la transición hacia pagos digitales aún está en desarrollo.

Las diferencias en el uso del efectivo también reflejan factores demográficos y educativos. Mientras que el 76% de los mayores de 65 años prefiere el efectivo, sólo el 36% de los jóvenes de 25 a 34 años lo hace. Además, el uso del efectivo varía según el nivel educativo: el 74% de quienes tienen estudios primarios usan predominantemente efectivo, en contraste con el 44% de quienes tienen estudios superiores. Los usuarios que prefieren el efectivo como medio de pago suelen valorarlo principalmente por su comodidad (29%), la costumbre (23%) y el control de gastos que ofrece (17%). En contraste, quienes optan por los pagos digitales destacan la comodidad (72%) y la rapidez (13%) como las principales ventajas de este método.

Las monedas que saldrán de circulación en España

Según la ordenanza ETD/647/2023, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se han retirado 26.175 ejemplares de las ocho denominaciones existentes (1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos, así como 1 y 2 euros). Esta disposición busca definir el destino final de estas piezas, las cuales ya no podrán usarse para comprar bienes y servicios, a la vez que ofrece a los usuarios la posibilidad de recuperar su valor equivalente.

La normativa, vigente desde el 1 de julio de 2023, especifica que las monedas retiradas de circulación son aquellas en «mal estado», es decir, con defectos visibles en el anverso o el reverso, así como aquellas confirmadas como falsas. Para implementar esta medida, el Banco de España ha ordenado que las principales entidades dedicadas a la distribución de dinero y al acceso al crédito deben evaluar obligatoriamente las monedas.

El Banco de España destruirá inmediatamente las monedas que se determinen como falsas. Por otro lado, las que presenten defectos visibles serán sometidas a un proceso de desmonetización. La Dirección General del Tesoro y Política Financiera acuñará nuevas monedas utilizando los materiales obtenidos de las desmonetizadas. Estas nuevas monedas serán subastadas por el Banco de España, y los fondos recaudados se destinarán al Tesoro Público.

Monedas de 1 y 2 céntimos

En una consulta pública realizada en mayo de 2021, el 70% de los encuestados apoyó la retirada de las monedas de 1 y 2 céntimos, argumentando que esta medida facilitaría la implementación de reglas de redondeo. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, apoya esta decisión, y el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha sugerido al periódico The Objective que, en lugar de eliminar las monedas, se podrían introducir reglas de redondeo a nivel de la UE.

Otra razón para considerar esta medida es el alto coste de emisión de estas monedas. La diferencia entre el coste de producción y su valor nominal genera un coste neto de 1.400 millones de euros. Cinco estados miembro respaldan esta iniciativa, ya que el coste medio de adquisición de estas monedas supera en un 150% su valor nominal.

Desde la introducción del euro, se han acuñado aproximadamente 46.000 millones de monedas de 1 y 2 céntimos. Actualmente, casi el 50% de las monedas en circulación son de estas denominaciones. A pesar de la gran cantidad, su valor total es de sólo 714 millones de euros. Dado este contexto, la Comisión Europea debe decidir pronto si mantiene la situación actual o retira rápidamente estas monedas de la circulación.

Qué es el Euro digital y cómo funciona

Por otro lado, la digitalización está transformando la forma de consumir y pagar, con un creciente interés en los métodos de pago digitales frente al efectivo. Para adaptarse a esta tendencia, en la Zona Euro se está desarrollando el Euro digital, una nueva solución de pago digital gratuita y accesible para todos los ciudadanos.

El Euro digital funcionaría como un medio de pago electrónico que se podría utilizar en cualquier lugar de la Zona Euro, garantizando seguridad y privacidad a los consumidores. Sus características incluyen la posibilidad de realizar pagos sin conexión a Internet, la seguridad de que un Euro digital tendrá el mismo valor que un euro físico y un alto nivel de privacidad en transacciones offline.

El Euro digital se almacenaría en un monedero electrónico, permitiendo realizar pagos habituales mediante teléfono o tarjeta, tanto online como offline. Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase de preparación, la cual comenzó en noviembre de 2023. El Banco Central Europeo (BCE) sostiene que el Euro digital fortalecerá la soberanía monetaria de la Zona Euro y promoverá la competencia en el sector de pagos, reduciendo la dependencia de plataformas financieras extranjeras.