Cómo promocionar un producto

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(Foto: GETTY).

Las promociones son una herramienta que se usa a menudo cuando se quiere dar a conocer un producto o incrementar sus ventas. Es habitual, pues, que al entrar en un mercado se opte por escoger una estrategia de este tipo. Ahora bien, el éxito o fracaso de a la hora de promocionar un producto no puede medirse solamente por las ventas que se consiguen. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, en una promoción, el margen de producto es más bajo porque hay descuentos, más o menos directos, en el precio. Toda promoción siempre entraña unos costes que, evidentemente, deben de superarse.

¿Qué tipos de promoción encontramos?

Hay diferentes formas de promocionar un producto o servicio de forma satisfactoria:

– Dar muestras de un producto: se utiliza en especial en productos relacionados con la alimentación o la imagen. Sirve para que el cliente tenga una primera impresión de si el producto le encaja o no. Si tenía dudas sobre si comprarlo o no, al consumirlo se le despejan.

– Ofrecer descuentos respecto el precio de salida: en este caso, el consumidor siente que está realizando una compra acertada porque consigue lo mismo a un precio inferior.

– Cupones: se ofrecen unos cupones conforme, después de haber comprado una determinada cantidad, poder obtener un volumen concreto de producto de forma gratuita. Es la forma de conseguir un consumo regular en el tiempo y vencer uno de los obstáculos que existen si se quiere promocionar un producto: su corto impacto en el tiempo.

– Comprar una determinada cantidad y regalar otra: hace referencia a ofertas como 2×1 o similares. Es decir, se compran más unidades de las que se acaban pagando. Puede que, realmente, el cliente tampoco necesite tanta cantidad, pero al verlo en oferta siente que es una oportunidad y compra. A la vez, al tenerlo en casa, normalmente acaba su consumo antes y volverá a comprar más temprano.

– Programas de lealtad: son tarjetas por las cuales se realizan descuentos por haber superado un determinado nivel de compra o se sortean regalos cada determinado tiempo. Es muy habitual en comercios como los supermercados.

Aspectos a tener en cuenta al promocionar un producto

Al realizar la promoción hay que estar atentos a los siguientes aspectos:

– Coste total: además del propio coste de la campaña en sí, también hay que tener en cuenta lo que se deja de ingresar por el hecho de ofrecer el producto a un precio inferior.

– Forma y características del producto: hay determinados productos que son complicados de promocionar debido a su alto precio (por lo que el público objetivo es poco propenso a las promociones) o son de un tamaño muy grande y es difícil colocarlos en un espacio.

– Características del público objetivo: hay un determinado público que es muy receptivo a las promociones (como los jóvenes), pero otro, como los de alto valor añadido que quieren exclusividad, que no. Por lo tanto, hay que determinar antes a qué público nos dirigimos para determinar si adecuado o no iniciar una promoción.

– Debe conseguir un impacto inmediato a corto plazo: es muy complicado mantener una promoción a largo plazo, porque supone una reducción de márgenes que no se puede mantener durante mucho tiempo. Por lo tanto, hay que conseguir un impacto y aumento de ventas inmediato.

– No se recomienda estar continuamente realizando promociones: una promoción es algo especial y único. Si de forma continua la empresa saca promociones, además de ser vinculada con un low cost, pierde este sentimiento de estar aprovechando una oportunidad.

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