La City cree que un retraso de la CNMC en la aprobación de la OPA BBVA-Sabadell abortaría la operación
La OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell se enfrenta a numerosos obstáculos, pero uno al que se le está prestando poca atención en España -no así en la City de Londres- es la necesaria aprobación de la misma por parte de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).
En el mercado se da por hecho que el organismo que preside Cani Fernández aprobará la oferta con condiciones, como hizo con las de CaixaBank-Bankia y Unicaja-Liberbank. Pero la cuestión que preocupa a los fondos de inversión internacionales no es el qué, sino el cuándo. Es decir, cuánto tiempo va a tardar la CNMC en dar su visto bueno.
«Si la autorización se prolonga mucho y pasa a la llamada «fase 2″, creemos que no habrá operación porque se iría al segundo trimestre de 2025. En todo ese tiempo, el BBVA sufriría mucho desgaste y la cotización se resentiría, con lo que la OPA sería mucho menos atractiva para los accionistas del Sabadell. Además, éste tendría mucho tiempo para tomar medidas defensivas», opina una fuente de la City.
El análisis de control de concentraciones se compone de dos fases. En una primera fase, que dura «un máximo de un mes» -ampliable indefinidamente si la CNMC pide más información-, se analiza la operación y el consejo del organismo decide si la operación debe ser archivada, si es susceptible de ser autorizada (con o sin compromisos) o, si, por el contrario, la concentración requiere ser analizada más detalladamente por los problemas de competencia que pueda generar, lo que daría paso a la segunda fase del procedimiento.
En esta segunda fase, la CNMC resolvería si la concentración debe ser autorizada de pleno, autorizada con condiciones o prohibida directamente. Esta fase dura inicialmente tres meses, pero el contador se para cada vez que una parte interesada presenta alegaciones. Por eso, pasar a esta fase puede alargar el proceso hasta casi un año, según los cálculos de las fuentes citadas.
¿Acuerdo amistoso en la fase 1?
Las citadas fusiones de CaixaBank con Bankia y de Unicaja con Liberbank fueron aprobadas en primera fase con condiciones. En el primer caso, CNMC tardó cuatro meses, mientras que en el segundo no llegó a dos meses. Ahora bien, en ninguna de estas operaciones se hizo una OPA hostil, sino que fueron amistosas (aunque Unicaja y Liberbank acabaran en una cruenta guerra de poder).
Ahora bien, si la CNMC tomara una decisión en la fase 1, en la City creen que «se abriría la posibilidad de un acuerdo amistoso con el Sabadell, aunque para eso el BBVA tendría que subir el precio. Creemos que merecería la pena hacer ese esfuerzo a cambio de una fusión amistosa». Como informó OKDIARIO, el Sabadell habría aceptado el acuerdo propuesto inicialmente si se hubiera mejorado el precio.
Para terminar de complicarlo, el BBVA no tiene que esperar la resolución de la CNMC, que solicitó el 3 de junio, para lanzar la OPA, sino que sólo necesita contar con el visto bueno del BCE a la operación y de la CNMV al folleto de la misma. Es decir, puede ponerla en marcha, concluirla y recibir a posteriori la autorización. Ahora bien, eso implica un enorme riesgo para Carlos Torres (el presidente del BBVA): completar con éxito la OPA y que a posteriori la CNMC la anule o imponga unas condiciones inasumibles. Las fuentes consultadas consideran que no se va a arriesgar a eso.
No obstante, aunque recibiera la luz verde de la CNMC a la OPA, el BBVA debe lograr posteriormente el plácet del Gobierno para fusionarse con el Sabadell. Y hoy por hoy, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se opone a autorizarla. Por tanto, Torres tiene que medir muy bien sus pasos para no arriesgarse a que la operación fracase por uno de los dos lados una vez lanzada.
El futuro de Fernández
Como también adelantó este medio, la CNMC tiene argumentos de peso para vetar la OPA o imponerle duras condiciones: aumentaría notablemente el grado de concentración bancaria, e incluso la entidad fusionada alcanzaría cuotas de mercado superiores al 60% en algunas poblaciones. No obstante, también está el precedente de CaixaBank y Bankia, donde el aumento de concentración fue similar (si bien la concentración es acumulativa y en 2021 había más bancos en España).
Por último, hay que tener en cuenta los condicionantes de la propia Cani Fernández. «Cani Fernández sólo piensa en su futuro después de la CNMC, un futuro que estará en el sector privado y, si es posible, en Europa» (es experta en derecho comunitario), según fuentes cercanas a la institución. Aunque le quedan dos años de mandato y Fernández tiene 61 años, podría abandonar antes el cargo. Máxime cuando el Gobierno le va a quitar su principal competencia, la regulación energética, con la creación de la Comisión Nacional de la Energía.
Esto implica que «Fernández querrá estar a bien con todo el mundo en la OPA del BBVA sobre el Sabadell y dar una imagen de imparcialidad y profesionalidad que no le cierre puertas», según las fuentes. Y eso cuestiona que vaya a seguir ciegamente los dictados del Ejecutivo. Además, ella es amiga de Nadia Calviño pero no de Carlos Cuerpo, el actual titular de Economía.