CaixaBank encarga a EY un análisis en profundidad de las cuentas de Bankia de cara a una posible fusión
Las entidad que preside Goirigolzarri ha accedido a abrir sus libros a la catalana
El BCE apremia a la banca española a fusionarse ante la crisis y el sector recupera con fuerza en Bolsa
El BCE permitirá a los bancos que se fusionen repartir los gastos por despidos hasta en cinco años
CaixaBank ha encargado a la consultora EY (Ernst & Young) una revisión en profundidad de los libros de Bankia, lo que se conoce como due diligence, de cara a una posible fusión futura, según confirman fuentes cercanas a la operación. Estas añaden que los trabajos se han realizado en secreto durante las últimas ocho semanas para tener el análisis listo este mes y poder abrir negociaciones, en su caso. Tras la publicación de esta exclusiva de OKDIARIO el jueves por la noche, ambas entidades confirmaron a la CNMV las conversaciones.
Este movimiento ha sido autorizado por el consejo de la entidad catalana, según las fuentes, y cuenta con la aquiescencia de Bankia para darle acceso a sus cuentas en lo que se conoce como ‘data room’. Este análisis permitirá a la entidad que preside Jordi Gual hacer una valoración sobre la que poder negociar con José Ignacio Goirigolzarri una ecuación de canje (o descartar la operación). Una negociación que puede o no fructificar.
Si finalmente sale adelante, estaríamos ante la mayor fusión bancaria en España desde las de Santander-Central Hispano y BBV-Argentaria: CaixaBank tiene un activo de más de 442.000 millones y Bankia supera los 215.000, por lo que la primera absorbería a la segunda. Con la integración, se crearía el líder destacado en el mercado español en créditos y depósitos, con más de 50.000 empleados. Esta operación supondría un cambio total de escenario bancario y tendría unas claras implicaciones políticas en cuanto a la situación de Cataluña.
Como ha venido informando OKDIARIO, los movimientos de integración de la banca española previstos para después de la pandemia del covid se han adelantado a este otoño por la presión del BCE, que además va a facilitarlos al flexibilizar la norma contable para que los costes de reestructuración (básicamente, despidos) se puedan repartir hasta en cinco años en vez de cargarse de golpe. Dentro de estos movimientos, la primera entidad que parecía destinada a pasar por el altar era Liberbank, debido a su tamaño asequible, a su buen desempeño en la crisis y a cotizar en bolsa.
Pero Bankia también está destinada a protagonizar un movimiento antes o después debido a la imposibilidad de que el FROB continúe su estrategia de colocar pequeños paquetes en bolsa ante el desplomes del precio de la acción. El fondo público de rescate bancario necesita una fusión que conceda mayor liquidez y potencial alcista a la participación estatal del 60% en la entidad nacionalizada, al formar parte de una entidad más grande y al beneficiarse de las sinergias de la operación.
CaixaBank salta ante las dificultades del BBVA
Hace dos años entabló conversaciones con Sabadell, pero precisamente la caída de ambos en bolsa impidió que fructificaran. El verano pasado, el PNV exigió a Pedro Sánchez -a cambio de apoyar su investidura- que apoyara una fusión BBVA-Bankia con Goirigolzarri al frente en un intento de ‘revasquizar’ la entidad.
Pese a contar con el ‘nihil obstat’ del BCE, la operación tiene en contra a los gestores del BBVA (si bien sus principales accionistas podrían aceptarla si las condiciones fueran de su agrado). Además, la entidad atraviesa serias dificultades por la crisis en su principal mercado aparte de España, México, por el covid; y eso ahora mismo centra toda la energía del banco, junto a su defensa en el ‘caso Villarejo’.
Las dificultades para cerrar esta operación han sido el detonante para que CaixaBank salte a la palestra para tratar de fusionarse con Bankia, según las fuentes citadas. De hecho, hace tiempo que había rumores sobre un movimiento corporativo de la entidad catalana, que ahora quedan confirmados.
Bankia siempre ha gustado a La Caixa
A CaixaBank siempre le ha gustado Bankia por su complementariedad geográfica y de negocio, y ahora puede ser el momento definitivo para hacerse con ella, debido a que cotiza en mínimos históricos en bolsa. Además, le permitiría recuperar el liderazgo en España que le arrebató el Santander con la compra del Popular.
De hecho, en la época de Rodrigo Rato al frente de Caja Madrid, La Caixa (aún no era CaixaBank) estudió la integración de ambas entidades, pero su entonces presidente, Isidre Fainé, salió corriendo ante la magnitud del agujero de Bankia, lo que acabó con su nacionalización, el rescate financiero de España y el nombramiento de Goirigolzarri como presidente.
La entidad catalana domiciliada en Valencia por culpa del procés fue una de las más activas en la anterior oleada de consolidación bancaria por la crisis de las cajas de ahorros: se hizo con Caja Guadalajara, Banca Cívica (cajas de Burgos, Navarra, Canarias y Cajasol), Caixa Girona y Banco de Valencia, y se quedó a las puertas de comprar Novacaixagalicia (actual Abanca).