Alvargonzález (Nextep) apuesta por banca, industria y materias primas para rentabilizar la inflación
Ganar dinero con la inflación. En torno a ese propósito gira la estrategia de inversión de la firma de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance en el actual contexto de precios desbocados que se ha agravado con la invasión de Ucrania por parte de Rusia el pasado 24 de febrero. Y su preferencia es reforzar la exposición a bancos, compañías industriales y materias primas, activos que se benefician de la inflación o la aguantan bien.
Víctor Alvargonzález, director de estrategia de Nextep Finance, ya anticipaba hace meses alzas en los tipos de interés tanto en Estados Unidos como en Europa para contener la escalada de los precios, pero el hecho de que la inflación sea más alta de lo esperado plantea un panorama en el que la normalización de la política monetaria se acelerará.
El Banco Central Europeo considera que la inflación acabará el año en el 5% y en 2023 bajará al 2,7%. Por tanto, «debería por lo menos subir gradualmente sus tipos de interés a cerca del 2% como mínimo hasta finales de 2023», estima Alvargonzález, en una entrevista con OKDIARIO. Por ello, recomienda tener en cartera al sector financiero, dado que las subidas del precio del dinero incrementan sus márgenes.
«La idea de evitar totalmente los fondos de renta fija porque invierten en bonos y estos pierden valor cuando suben los tipos de interés como consecuencia de la inflación se ha reforzado con el inicio de la guerra», argumenta .
También desdeña en este momento el sector tecnológico, del que huyen los inversores por el temor al perjuicio que pueda causarle la subida de los tipos de interés. Si bien en el pasado ha canalizado cantidades de fondos considerables, ahora es un lastre a nivel bursátil, asegura, tanto por el endeudamiento de estas empresas como por el repliegue de los estímulos de los bancos centrales. «Cuando hay dinero abundante y barato los inversores buscan unicornios tecnológicos. Lo que les mola es invertir en proyectos tecnológicos en los que puedan dar un gran pelotazo», explica.
Ese escenario, que se ha mantenido desde la crisis financiera de 2008 con todo tipo de estímulos monetarios y bajadas de tipos de interés -de ahí la exuberancia del Nasdaq en los últimos años-, ha cambiado. «El mercado tiene modas», constata Alvargonzález, que señala que ahora las empresas que no son tecnológicas son las que se benefician de la inflación para subir precios y mejorar sus márgenes, y son en las que hay que invertir.
Potencial atractivo de la Bolsa española
La Bolsa española también puede sacar provecho de esa inercia. Aunque Alvargonzález cree que si no hubiera habido guerra, su comportamiento habría sido notablemente superior al del resto gracias al peso del sector de viajes y turismo, no quiere decir que ahora lo tenga todo en contra, aunque la perspectiva de desaceleración económica que se cierne sobre Europa por el daño recíproco de las sanciones contra el régimen de Vladimir Putin terminará pasándole factura.
«Al igual que otras Bolsas europeas, va a pagar las sanciones [contra Rusia]. Ahora bien, es cierto que este ciclo de inversión más favorable hacia la industria o el sector financiero [que tiene un peso importante en el Ibex 35] podría hacer que cuando se recupere cierta tranquilidad geopolítica y se llegue a algún tipo de negociación -porque a Rusia no le interesa estar eternamente con embargos y con sanciones-, la Bolsa española recupere mucho atractivo», prevé.
«Lo más importante para entender los mercados es que anticipan escenarios futuros. Nadie compra por lo que pasa hoy, sino por lo que va a pasar mañana. Ante el inicio de unas negociaciones, el mercado descontaría que en algún momento estará sobre la mesa el levantamiento de las sanciones», continúa.
Los valores turísticos, los bancos y las empresas industriales del Ibex 35 acompañarían esa subida y el resultado sería que «la Bolsa española quedaría bien posicionada entre las Bolsas mundiales», pronostica.