El BCE se prepara para hacer frente a un posible desplome del bono español al dejar de comprar deuda
El BCE está trabajando en una herramienta que utilizaría en caso de que se produzca un desplome de los bonos de las economías más débiles de la eurozona, como es la española, pero también la griega o la italiana. En un momento en el que los intereses exigidos se encuentran en máximos de varios años, la institución se adelanta a lo que pueda suceder en el mercado una vez concluyan sus compras de deuda.
El Consejo de Gobierno del BCE utilizaría esta nueva ‘arma’ para luchar contra el estrés de los mercados de deuda causado por shocks que se escapen del control de cada uno de los países que forman el bloque del euro. Aunque no está claro cómo sería, presumiblemente involucraría algún tipo de compra de bonos para contener la subida de las rentabilidades, según publica Bloomberg citando a funcionarios familiarizados con los planes de la institución.
Según el mismo medio, el BCE no ha decidido todavía si sacar a la luz esta herramienta o mantenerla en secreto hasta que se vea obligado a utilizarla. Mientras tanto, los mercados se preparan para afrontar la situación de ‘nueva normalidad’ que tendrá lugar en unos meses, después de más de siete años de compras por parte de la institución presidida por Christine Lagarde.
El pasado marzo, el BCE dio por concluidas las compras de bonos en el marco del programa de emergencia por la pandemia (PEPP) y comunicó que las adquisiciones encuadradas en el programa tradicional de compras de activos (APP) continuarán en el segundo trimestre, con 40.000 millones de euros al mes en abril, 30.000 millones en mayo y 20.000 millones en junio.
Las compras en el tercer trimestre dependerán de los datos, pero cabe la posibilidad de que el organismo emisor ponga fin a las mismas en julio, especialmente si la inflación de la eurozona sigue sorprendiendo al alza.
Con esta nueva herramienta para hacer frente a un posible desplome de los bonos, el BCE se está adelantando a los acontecimientos y evitaría trabajar con la presión que supuso lanzar el mencionado PEPP en plena pandemia o implementar el programa OMT – Outright Monetary Transactions u Operaciones Monetarias de Compraventa- en 2012, una vez que estalló la crisis financiera y después de que su entonces presidente, Mario Draghi, asegurase que haría lo que fuera necesario para preservar el euro.
Caída del precio, subida de la rentabilidad
La caída de los precios de los bonos de la eurozona que está teniendo lugar desde inicios de año provoca subidas de la rentabilidades -por la relación inversa que existe entre ambos parámetros- y el interés exigido a la deuda del bloque del euro se sitúa en torno a máximos de 2018.
La rentabilidad del bono alemán a 10 años -el considerado más seguro de la región- supera el 0,8%, mientras que la del español alcanza el 1,75% o la del italiano, el 2,45%. A pesar de ello, la prima de riesgo de España -la diferencia entre los intereses que debe pagar la deuda española a largo plazo respecto a la germana- se mantiene muy lejos de los 642 enteros que alcanzó en julio de 2012.
Próxima reunión, el 14 de abril
Este próximo jueves el BCE celebrará su reunión de política monetaria de abril, después de que en marzo acelerara la reducción de las compras. En ella, el organismo emisor también señaló que cualquier subida de los tipos de interés tendrá lugar «algún tiempo después» de la finalización de las compras y que el momento exacto en que comience el ciclo de alzas dependerá de los datos macroeconómicos que se vayan conociendo.
Los posteriores comentarios de los miembros del Consejo de Gobierno sugieren que la primera subida de tipos de interés podría producirse hacia finales de año. El mercado espera que tenga lugar en septiembre y que sea el primero de los dos incrementos que prevé para 2022, cada uno de ellos de 25 puntos básicos.