deuda nacional

El BCE empieza a reducir su exposición a la deuda española en plena desaceleración de la economía

El euro sufre más por la energía que por las intervenciones del BCE y la Fed.
El euro sufre más por la energía que por las intervenciones del BCE y la Fed.
Carlos Ribagorda

Problemas para España. El Banco Central Europeo (BCE) ha empezado a reducir su exposición a la deuda española en plena desaceleración de la economía nacional y europea por la invasión de Ucrania por Rusia. Según los datos del Tesoro Público de enero -último publicado- el organismo que preside Christine Lagarde atesora a 1 de febrero 388.945 millones de euros en productos de deuda nacional, el 33,8% del total.

La cifra es sólo superior a la del mes de diciembre de 2021 en 2.000 millones de euros, muy lejos de lo que ha ido acumulando hasta ahora la entidad supervisora europea. El BCE cerró el año con 386.948 millones de euros en bonos y letras nacionales, el 33,6% del la deuda en circulación de España. Este incremento es el menor en un mes desde que se inició la pandemia y el BCE inició su nuevo programa de compras de deuda de los países miembro por la pandemia -conocido como PEPP, que se unió al programa de compras normal-. Hasta ahora, lo habitual era que el BCE elevara su peso en la deuda nacional en 6.000 millones de media al mes. Ahora ya ha sido sólo un tercio.

Es la traducción en números de la decisión de la entidad supervisora de limitar las compras ya en el primer trimestre de este año. Además, el BCE ya ha anunciado en su reunión de febrero que desde el 1 de abril eliminaba totalmente este programa y reducía las compras del habitual, el programa de compras de activos (APP), por el que pasará a adquirir 40.000 millones mensuales en el segundo trimestre, 30.000 millones mensuales en el tercero, y 20.000 millones mensuales a partir de octubre.

La posición de salida del BCE es un problema para España porque es el principal comprador de la deuda nacional desde la pandemia. Los inversores internacionales acumulan deuda por debajo de los 500.000 millones que tenían en febrero de 2020 -antes de la pandemia-, pese a aumentar levemente en enero hasta los 494.153 millones de euros -493.000 millones en diciembre-.

La banca española también ha aumentado su exposición en enero, pero también está lejos de las cifras de febrero de 2020, cuando salieron al rescate del Gobierno por el abandono de los inversores extranjeros. En enero suman 140.673 millones, 500 millones más que en diciembre.

Los ciudadanos tampoco están por la labor de comprar deuda pública. En enero han reducido su peso hasta los 895 millones, desde lo 1.007 millones de diciembre. También han reducido su peso los fondos de inversión y las entidades de seguros.

75.000 millones este año

La única ventaja para el Tesoro es que este año ha reducido la cantidad prevista de emisiones de los 100.000 hasta los 75.000 millones, aunque fue a principios de año cuando no había estallado la guerra en Ucrania y la economía crecía a buen ritmo -y por los fondos europeos-. Ahora todo ha cambiado, los organismos nacionales e internacionales han revisado a la baja su previsión de crecimiento y pronto lo hará el Gobierno también -tiene que enviar su cuadro macro a Bruselas a finales de abril-.

La economía se está frenando, a nivel europeo y español, y dependiendo de la evolución de la guerra podría ser peor. Quizá ampliar las emisiones de deuda o, las que están previstas, que el Tesoro tenga que pagar más interés para que los inversores la compren. De momento eso es precisamente lo que está pasando. En las últimas subastas el Gobierno ha tenido que pagar un tipo de interés más alto.

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