Zidane regatea su primera crisis

Zinedine Zidane ha conseguido salvar su primera crisis en el banquillo del Real Madrid. El técnico madridista llegaba discutido al encuentro que enfrentaba a los suyos ante el Sevilla, después de que el juego del equipo no pasase por sus mejores momentos y, sobre todo, tras la bochornosa derrota en Champions League ante el París Saint-Germain. Sin embargo, los madridistas han dado una imagen totalmente distinta a la mostrada en el Parque de los Príncipes para ganar en el Pizjuán y ponerse junto al Athletic al frente de la Liga Santander.

El francés vivía una situación insólita para él en sus tres temporadas como entrenador del conjunto blanco. Nunca antes los resultados y la imagen del equipo habían discutido la labor del técnico ni habían puesto en duda su capacidad para sacar el proyecto adelante. Sin embargo, Zidane no ha tardado en solventarlo. Segunda prueba de fuego para los madridistas en esta temporada y primera que se resuelve de manera satisfactoria.

No era el mejor escenario para que el conjunto blanco saliera a flote. El Sánchez-Pizjuán se ha convertido en un campo prácticamente maldito para los madridistas, sin embargo completaron un gran partido ante el Sevilla que les permite asaltar el liderato de la competición liguera.

El conjunto madridista mostró una cara nueva ante el conjunto hispalense. Algo que no era previsible, pues Zidane repetía el once de París, a excepción de Ramos, que entraba tras perderse por sanción el encuentro ante los de Tuchel. La falta de intensidad que acusaron los madridistas en el estreno en Liga de Campeones, ante los sevillistas fue tal. Los blancos completaron un gran partido, mostrándose sólidos en defensa y contundentes en ataque.

Los blancos tuvieron el partido controlado en todo momento. Defensivamente trabajaron de forma notable, consiguiendo dejar la portería a cero por primera vez esta temporada. De hecho, la solidez defensiva se hizo evidente al ver que los andaluces no realizaron ni un solo disparo a puerta.

El conjunto blanco no sufrió apuros en ningún momento y se mostró con un gran acierto de cara a puerta, todo lo contrario que en París, donde no tiraron entre los tres palos. Los madridistas tampoco es que gozaran de grandes oportunidades, pero un gran Benzema supo aprovechar la suya para darle la victoria a su equipo y, de paso, solventar lo que empezaba a ser un problema serio para Zinedine Zidane.