Riqui Puig: la última patada a La Masía
La decisión de Ronald Koeman de no contar con Riqui Puig pone de manifiesta la nula apuesta del club por su propio producto en favor del jugador externo
Marc Cucurella, Dani Olmo, Adama Traoré, Eric García, Alejandro Grimaldo, Marc Bartra, Gerard Deulofeu, Héctor Bellerín, André Onana o incluso Take Kubo... son algunos de los nombres a los que el club dio el portazo
Este sábado saltaba la noticia. Ronald Koeman dejaba fuera de la lista de convocados para el Joan Gamper a Riqui Puig. Sorprendía sobremanera el anuncio, aunque poco después cobraba sentido. RAC1 soltaba la bomba: el nuevo entrenador del Barça comunicaba al joven canterano que no contaba con él, que no entraba en sus planes y que lo más beneficioso para todos era que buscara una salida, un nuevo destino donde sumar los minutos que no tendrá en el club que le vio crecer. Después confirmó que le ha recomendado salir cedido.
Esto es otra patada, otro golpe más la estructura de La Masía. Sin nadie que gobierne actualmente en el club, con Josep María Bartomeu en la recta final de una deteriorada presidencia, sin fichajes, con la puerta de salida atorada y sin rumbo deportivo; Koeman decide y lo hace apartando a uno de los mayores talentos de la cantera blaugrana de los últimos tiempos como es Riqui Puig que ya, la pasada temporada, dejó tintes del futbolista que puede ser cuando Quique Setién apostó por él.
Pero La Masía ya dejó hace tiempo de ser esa fábrica de talento que producía a favor del club, de la que se nutría el primer equipo para alcanzar los objetivos más altos. La Era de los Messi, Xavi o Iniesta tocará a su fin el próximo año con la marcha del argentino. El Barça pasa de mimar su talento a regalarlo.
Puig es el último de una larga y amplia lista (el sábado también se confirmó la venta de Jorge Cuenca al Villarreal) de talento desperdiciado y malvendido. A la espera de cómo se resuelve su situación en los próximos días, ya que ofertas no le faltarán tras el anuncio, a la cabeza del socio o aficionado culé vienen los nombres de Marc Cucurella, Dani Olmo, Adama Traoré, Eric García, Alejandro Grimaldo, Marc Bartra, Gerard Deulofeu, Héctor Bellerín, André Onana o incluso Take Kubo… La enumeración podría continuar pero unos pocos nombres hablan por sí solos. Jugadores contrastados, ahora compitiendo al máximo nivel, completamente revalorizados, incluso algunos por los que se pretende pujar a día de hoy.
El Barça ha logrado que su cantera sea la cantera de todos y por precios ínfimos. El caso de Cucurella es, además del más reciente, el más flagrante. Los culés le vendieron por seis millones al Getafe y hoy equipos como el Chelsea o Sevilla muestra interés por él multiplicando la apuesta azulona varias veces. Onana, Bellerín, Olmo o Eric García son jugadores que el club dejó marchar por la puerta de atrás, a costes muy reducidos, y por los que en los últimos meses presentó interés en un posible regreso. Jugadores que se criaron y formaron en La Masía, que dejaron marchar y de los que otros se podrían lucrar a costa de las arcas blaugrana.
Los culés hace tiempo que dejaron de recurrir a su prolífera cantera cuando lo necesitó para recurrir al mercado extranjero. Las marchas de los Marc Bartra, Cucurella, Carles Pérez o Abel Ruiz en favor de los Yerry Mina, Junior Firpo o Martin Braithwaite dejan muy a las claras la nula apuesta del club por su propio producto en busca de un jugador externo de pobre rendimiento y que no atendía a las necesidades de un proyecto que cada vez pierde más sentido. La de Riqui Puig es lo más reciente, no la última.