Remontada de Champions con licencia para soñar
El Valencia venció al Lille por 4-1 en un partido que comenzó perdiendo pero logró darle la vuelta con otra gran segunda parte que les permite seguir vivos en la Champions League. Parejo, de penalti, Gayà, Kondogbia y Ferran Torres anotaron los goles para los ches.
El Valencia sigue vivo en la Champions League. Los pupilos de Albert Celades se impusieron por 4-1 al Lille en un partido que comenzaron perdiendo. Otra buena segunda parte del equipo che le valió para lograr una remontada que vale oro. Estos tres puntos saben a gloria en Mestalla, ya que la derrota habría supuesto casi casi su adiós a la Liga de Campeones. Aunque el resultado es engañoso porque los tres últimos tantos fueron en los compases finales del choque.
Era todo o nada. Ganar o irse a casa. Los ches necesitaban los tres puntos para seguir con opciones de estar en la siguiente ronda. Todo lo que no fuera vencer al Lille ponía muy cuesta arriba la clasificación para los octavos de final de la Champions League. Celades apostó por un once bastante ofensivo, con Kang in Lee como gran novedad, para intentar tener el control del encuentro y mantener vivo el sueño de la Liga de Campeones.
La final comenzó con el Valencia teniendo la pelota y buscando la portería rival, muy distinto a cómo salió en Francia. Pero atrás no estaban acertados y el Lille rondaba la meta de Cillessen con disparos peligrosos. No pintaba bien para los locales. Mestalla apoyaba pero el equipo no reaccionaba. La presión del cuadro galo en la salida de balón estaba generando problemas al equipo de Celades, que veía como su rival les ponía en apuros a la contra.
Entonces llegó el error de Parejo. El capitán valencianista cedió atrás pero el pase no fue bueno y Osimhen, que fue el más rápido de la clase, se adelantó a los centrales y puso la directa hacia la portería para batir a Cillessen y poner el 0-1. La cara de Celades tras el gol era un poema. El partido se había puesto muy cuesta arriba con ese tanto en contra y el equipo no daba señales de mejoría.
Para colmo, se lesionaba Cheryshev y los problemas se acumulaban. Ferran sustituyó al ruso y cambió el partido. La entrada del canterano che le dio otro aire al Valencia, le cambió la cara y el equipo empezó a reaccionar. En los compases finales del primer tiempo asedió al Lille y rozó el empate. Rodrigo tuvo el gol hasta en dos ocasiones en los últimos minutos, pero se topó con Maignan que se erigió como el salvador de su equipo para mantenerles por delante al descanso.
La entrada de Ferran había cambiado al equipo, comenzaron a aparecer los jugones del Valencia, a conectar buenos pases en los últimos metros, se pusieron a jugar y casi obtienen el premio. Tocaba remontar otra vez, como en Cornellá. Debían seguir igual que terminaron la primera mitad. El partido había cogido color che al final de los primeros 45 minutos.
En la reanudación salieron con la misma idea. Pero faltaba una marcha más para darle la vuelta al partido. Parejo no estaba acertado y cuando el capitán no está bien el Valencia lo nota. Por él pasa el juego del equipo y no tenía el día. Lo intentaban por las bandas, especialmente por la derecha con Ferran. Manu Vallejo no llegó por centímetros a un centro del canterano che.
Poco después, otra vez por el flanco derecho del ataque, Rodrigo provocó un penalti por mano de Fonte. El VAR lo ratificó y Parejo no falló. Lo tiró a lo panenka, engañó al portero y marcó. El Valencia igualaba el partido a 25 minutos para el final. A partir del gol, los blanquinegros empezaron a creérselo. El equipo empezaba a aparecer al del final del primer tiempo, ya que el empate no servía de nada.
Gayà y Kondogbian sentencian
Gayà desataba la locura en Mestalla con su gol en el 86. El lateral valencianista se aprovechó de un error defensivo del zaguero del Lille para poner el pase de la muerte y, con algo de fortuna, el balón se coló en el fondo de la portería tras tocar en un defensor. Se repetía la historia del fin de semana en Barcelona. Otra vez le daban la vuelta a un partido que empezaron perdiendo.
Acto seguido, cuando Mestalla todavía celebra el tanto del canterano, Kondogbia sentenció el encuentro con un zapatazo desde fuera del área. Un auténtico golazo que ponía el punto y final al encuentro y permitía al Valencia seguir soñando con la Champions. Los ches cerraban así un duelo que se puso cuesta arriba con el gol de Osimhen y conseguían una victoria fundamental que les mete de lleno en la pelea por los octavos. Para rematar la faena y redondear su gran partido, Ferran Torres hizo el cuarto.