Las protestas propalestinas obligan a la Vuelta a recortar el recorrido de la contrarreloj de Valladolid
La contrarreloj de Valladolid tendrá 12,2 kilómetros en lugar de los 27,2 previstos debido a las protestas propalestinas
Se vallará todo el recorrido y un amplio dispositivo policial tratará de garantizar la seguridad de los ciclistas
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La Vuelta a España ha tomado una medida drástica para garantizar la seguridad de los corredores en la contrarreloj del jueves en Valladolid. La organización ha decidido reducir el recorrido de la etapa, que tendrá finalmente 12,2 kilómetros en lugar de los 27,2 que estaban previstos. Todo, por las protestas propalestinas que se esperan en la ciudad. De esta forma, esperan que el recorrido, reducido a más de la mitad, pueda hacerse con normalidad por todos los ciclistas, vallando todo el perímetro.
«Con el objetivo de dotar de una mayor protección al desarrollo de la etapa, la organización de La Vuelta, en coordinación con el Ayuntamiento de Valladolid y tras consultarlo con el Colegio de Comisarios ha decidido que la etapa contrarreloj de mañana se dispute sobre un recorrido de 12,2 kilómetros, manteniendo la salida y la meta inicialmente previstas», señala la organización de la carrera en un comunicado.
La de Valladolid se presentaba como una etapa de alto riesgo por las protestas. Los ciclistas tenían que recorrer 27,2 kilómetros, en su mayoría por las calles de la ciudad, saliendo de manera individual. Una situación que ponía en serio riesgo la integridad de los corredores si no se había un amplio despliegue policial por todo el recorrido. Sobre todo, a los ciclistas del Israel-Premier Tech.
Las protestas propalestinas en los últimos días han llevado a poner en jaque a la carrera, que ya ha tenido que acortar sobre la marcha dos etapas, en Bilbao y en las Rías Bajas de Pontevedra. La llegada a la ciudad vasca tuvo que modificarse y dejarla sin ganador, poniendo como referencia para la toma de tiempos de cara a la general a tres kilómetros de meta. En la etapa del martes, con final en Mos, se puso a ocho kilómetros, aunque en esa ocasión sí que hubo ganador.
En Bilbao, los manifestantes llegaron incluso a tirar parte del vallado en la línea de meta, poniendo en riesgo la disputa de un hipotético sprint. Por su parte, en Pontevedra invadieron de manera masiva parte del recorrido en el tramo final de la etapa e incluso llegaron a talar un árbol para cortar la carretera antes de la línea de meta.
De cara a la contrarreloj de Valladolid, la etapa ha tenido que ser reducida en 15 kilómetros. La decisión se ha tomado para evitar problemas de seguridad y garantizar que no haya cortes o invasiones del recorrido en los tramos más despejados del recorrido. La salida de corredores uno por uno podía provocar incidentes que pusieran en riesgo la validez de la etapa, puesto que unos corredores podían terminar sin problemas y otros podían perder tiempo por diversos motivos nada relacionado con lo meramente deportivo.
Por ello, la Vuelta, en conjunto con el Ayuntamiento de Valladolid, ha decidido recortar drásticamente el recorrido. Los 27,2 kilómetros pasan a ser, finalmente, 12,2 y se podrá garantizar, en principio, el desarrollo de la carrera con normalidad. Todo el recorrido estará completamente vallado y contará con un amplio dispositivo policial para evitar que cualquier tipo de manifestación interrumpa la etapa, que es decisiva de cara a la lucha por la general.
A lo largo de los 27 kilómetros inicialmente previstos, la pelea entre Jonas Vingegaard y Joao Almeida podía quedar prácticamente sentenciada en favor del danés o, de lo contrario, era una oportunidad para el luso de acercarse en la general. Sólo 50 segundos les separan. Ahora, al recortarse el recorrido en 15 kilómetros, parece muy complicado que puedan establecerse diferencias claras entre los dos primeros clasificados de esta Vuelta a España.
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