El padre de Messi ya está en Barcelona para negociar su marcha
Jorge Messi ya ha aterrizado en Barcelona para negociar la salida de su hijo del Barça. Las posturas están más alejadas que nunca. Leo Messi piensa que es libre para irse y el club azulgrana se remite a su cláusula
Messi y el silencio de los corderos
Jorge Messi, padre de Leo Messi, ya está en Barcelona para negociar la marcha de su hijo del Barça. La situación entre el crack argentino y el club azulgrana está más enquistada que nunca. Messi sigue en rebeldía y el Barça podría suspenderle de empleo y sueldo. Mientras el jugador cree que es libre para marcharse el club de Bartomeu se remite a la cláusula: «O paga 700 millones o no se va».
Las posturas de ambas partes parecen condenadas a no entenderse. El Barcelona mantiene en público y en privado que Leo Messi es intransferible y que sólo se irá si paga su cláusula de rescisión de 700 millones, que considera que sigue perfectamente vigente y que además ha sido incluso ratificada institucionalmente por La Liga, que se puso del lado del Barça, quizá porque tras perder a Neymar y Cristiano Ronaldo la marcha de Messi sería el golpe definitivo para una Liga cada vez más intrascendente en el fútbol europeo.
Por su parte, Jorge Messi y los abogados del futbolista, recientemente despedidos por el Barcelona, consideran que el contrato de su hijo con el Barcelona ya está extinguido en virtud de una cláusula liberatoria, que, bajo su prisma, está amparada por las especiales circunstancias de la temporada del COVID-19, y que se puede marchar gratis.
Messi-Barcelona, un acuerdo imposible
A pesar de todo, Leo Messi no se ha movido de Barcelona todavía ni ha podido llegar a un acuerdo con ningún club porque esa visión de sus asesores del bufete Cuatrecases choca contra el miedo de los clubes por los que podría fichar, que no quieren arriesgarse a la tasación de un juez si acaba fichando a Messi por las malas.
Sin dar señales de vida en las redes sociales, desaparecido en Barcelona, sin presentarse a las pruebas PCR el domingo ni a las dos primeras sesiones con sus compañeros, Leo Messi espera noticias. El jugador ha tomado una decisión irrevocable, que es marcharse, pero ahora queda lo más difícil: llegar al complicado acuerdo de divorcio con el Barça.
El Manchester City, mientras, ve los toros desde la barrera pero empieza a impacientarse e incluso a perder la esperanza de fichar a Messi. En el fondo sigue manteniendo un hilo de esperanza de que se alcance un pacto entre el Barça y el jugador para presentar una oferta. Después de ver a Messi vestido de azul con el burofax, con el paso de los días el club citizen empieza a ver el fichaje cada vez más difícil, por no decir imposible.
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