Nadal hace los deberes antes de Roland Garros

La victoria de Rafael Nadal en el Masters 1000 de Roma marca la pauta de lo que pueda suceder en Roland Garros. El tenista español arrastraba dudas, derivadas de sus derrotas prematuras en los torneos de Montecarlo y Madrid, pero el triunfo ante Djokovic en el Foro Itálico le devuelve al máximo favoritismo de cara a la cita principal del año, en el calendario del manacorense. Rafa llega con los deberes hechos y un Masters 1000 en arcilla bajo el brazo, algo que hizo siempre que ganó Roland Garros excepto en 2020, un año marcado por la pandemia.

La supremacía de Nadal en tierra batida se explica desde la esfera de sus triunfos en los Masters 1000, antes Masters Series, previos a Roland Garros. Rafa se ha coronado hasta once veces en Montecarlo, cinco en Madrid y diez, con la de este domingo en Roma, y siempre, a excepción de 2015, se impuso en uno de ellos antes de llegar a Roland Garros. El otro lunar de esta sobresaliente estadística está en 2020, donde sólo se celebró el torneo de Roma, ya que Madrid y Montecarlo fueron suspendidos por el coronavirus.

El bagaje de Rafa en 2021 es irregular, pero de los cuatro torneos que ha disputado en tierra batida ha acabado coronándose en dos de ellos. Además de en Roma, Nadal sacó adelante una final de primerísimo nivel frente a Stefanos Tsitsipas en el Trofeo Conde de Godó, donde había empezado con unas dudas que le acompañaban desde el Masters 1000 de Montecarlo.

Nadal cedió en cuartos de final del torneo del Principado ante Andrey Rublev, en un torneo que en condiciones normales, probablemente, no se le hubiera escapado. Sin embargo, la inactividad y su consiguiente falta de ritmo competitivo llevaron a Rafael a ceder antes de tiempo en un torneo del que es claro dominador, dentro de un clima que se trasladó a Barcelona, donde tuvo que apurar al tercer set en sus dos primeros partidos frente a Ivashka y Nishikori.

Roma, la salvación de Nadal 

Las rondas finales del Godó devolvieron el optimismo a los acérrimos de Nadal, pero en Madrid Zverev se cruzó en el camino del rey de la tierra para hacerle claudicar, al igual que en Montecarlo, en cuartos de final. Los dos torneos más importantes de la gira se habían saldado con resultados por debajo de lo esperado, y sólo un título en Roma provocaría que las expectativas regresaran a su sitio.

Dicho y hecho. Pese al sufrimiento exagerado en un partido de octavos de final frente a Shapovalov que ya es una de las grandes remontadas de su carrera, Rafa se recuperó para vencer de forma clara a Zverev, en la venganza del Mutua Madrid Open, y al gigante Opelka, antes de plantarse en la final, donde Djokovic hizo todo lo posible pero no pudo impedir que Nadal, como casi siempre, acabara con un título de Masters 1000 antes del comienzo de Roland Garros.