Nadal consuma su venganza ante Zverev y se mete en semifinales de Roma
Rafael Nadal se impuso a Alexander Zverev en un partido que le lanza a semifinales del Masters 1000 de Roma y supone la venganza de lo sucedido en Madrid. El manacorense se cita con el gigante norteamericano Opelka
La venganza de Rafael Nadal no se hace esperar, y Alexander Zverev puede dar fe de ello. Después de lo sucedido en Madrid, donde el alemán apartó al español de ‘su’ torneo en cuartos de final, el nueve veces campeón en Roma se redimió con un partidazo que le da el pase a semifinales y despide a Sascha de la ciudad eterna. Nadal fue superior (6-3, 6-4) en casi todo a Zverev, cambiando la receta por una de éxito, y sigue soñando con un título en Roma para el que sólo le quedan dos escollos. El primero, el sábado en semifinales, será el norteamericano de 2,11 Reilly Opelka.
Nadal sabía que no podía repetir la estrategia llevada a cabo en el Mutua Madrid Open, donde esperó a que el gigante alemán le atacara para intentar a la contra, hacerse con el partido. No sólo no lo consiguió, sino que salió derrotado de manera clara ante un rival teóricamente inferior en tierra. En Roma, Rafa pronto tomó la iniciativa, y le pegó con todo desde el fondo de la pista, sabedor de que debía comenzar mandando para que en sus piernas no pesaran demasiado las casi tres horas y media del duelo del jueves ante Shapovalov.
El otro plano clave para Rafa era el moral, ese que tanto le había pesado en la Caja Mágica ante Sascha después de aquella bola, clamorosa, fallada con break a favor en el primer set. A partir de ahí, Nadal se derrumbó como un castillo de naipes, dejando el partido a merced de su rival. En Roma también llegarían los golpes desde la muñeca de uno de los jugadores más talentosos y pegadores del circuito, pero Rafael debía ser el muro que acostumbra.
La pista también ayudó a Nadal. Más lenta que en Madrid, donde la altura marca tendencia y lo hace en contra del rey de la superficie, el Campo Centrale de Roma amaneció nublado, haciendo el tapete más lento si cabe, y más propicio para que Rafa aguantara los misiles de saque, derecha y revés de Zverev. Con tiempo para reaccionar, el balear podía dominar en el toma y daca que suponían los intercambios y una vez ahí, confiado de derecha y revés, comenzó a establecer diferencias.
El comienzo fue inmejorable, con un 4-0 favorable que hubiera tumbado al antiguo Zverev, pero no a esta versión del alemán, mucho más centrada y confiada en sus posibilidades. El alemán recuperaría uno de los saques perdidos, aprovechando que Nadal continúa algo irregular con su servicio, pero Rafa recolocaba a tiempo sus ideas y, levantando un punto de break en el juego decisivo, cerraba el primer set a su favor por 6-3.
Lanzado a semifinales
El encuentro era de una calidad sobresaliente, con un tenista herido y deseoso de venganza y otro que, pese a un inicio desastroso, confiaba en su momento de forma para entrar en semifinales. Así las cosas, el segundo set fue una batalla de poder a poder en la que cada juego se alargó hasta que uno de los dos contendientes dio su brazo a torcer por pura obligación. En esta afrenta, de nuevo fue Nadal el que se distanció merced a la experiencia y su capacidad innata de colocar una pelota más en pista.
Los juegos de ambos estaban igualadísimos pero Zverev se había dejado uno por el camino, y esto colocó a Nadal en el balcón de la victoria. De nuevo esperaba sufrimiento, con un Sascha que no daba la espalda al triunfo y seguía creyendo, hasta cotas insospechadas, pese a las constantes trampas establecidas por Rafa. El alemán forzó hasta en tres ocasiones sendas pelotas de break, pero en todas ellas, por h o por b, acabó fracasando. Era el día de la venganza de Nadal, que ya está en semifinales en el Foro Itálico y amenaza con no parar de ganar.