MotoGP vuelve a donde comenzó la guerra Rossi-Márquez
Si hay un punto de inicio a la actual guerra en MotoGP, ese es el circuito de las Termas de Río Hondo en Argentina. Allí saltó la primera chispa que precedió al incendio que hay montado entre Valentino Rossi y Marc Márquez. Hasta ese día todo eran elogios, sonrisas y pique sano. Ahora, todo lo contrario: amenazas, boicots y guerrillas internas.
Unos darán la razón a Rossi y otros a Márquez. La secuencia de los hechos en Río Hondo no deja claro del todo tampoco la culpabilidad. A falta de dos vueltas para el final de la prueba, Rossi adelantó a Márquez a final de recta. El bicampeón con Honda intentó devolverle la moneda en esa misma curva colándose por el interior, pero chocó con el chasis de un Rossi que mantuvo el equilibrio. El italiano continuó su trayectoria en la siguiente curva y Márquez se cayó tras chocar con la rueda trasera de Rossi.
¿Podrían haber actuado los dos de una forma distinta? Desde luego que sí. Pero entonces no serían ni Valentino Rossi ni Marc Márquez. «Es Márquez el que me ha tocado y siento su caída», aseguró italiano tras la carrera de 2015. «Siempre se aprenden cosas de Valentino», dijo en tono irónico el español, quien quiso zanjar lo ocurrido como un lance de carrera.
El Doctor, tras este incidente, fue incrementando su firmeza en el pilotaje conforme aumentaban sus opciones de ser campeón. Citas después en Assen (Holanda) también protagonizó un incidente de carrera con Márquez, que desembocó en la patada de Malasia.
Rossi viene a por todas en Argentina
El italiano es consciente de que debe dar un golpe sobre la mesa después del autoritario triunfo de su compañero Jorge Lorenzo en el GP de Qatar. Rossi, que fue cuarto, quiere dejar claro que va a pelear por el Mundial y para ello necesita volver al podio.
Valentino sabe que tras su renovación prematura por Yamaha todos los focos mirarán a su rendimiento y a las palabras de Jorge Lorenzo. El mallorquín aseguró que «aceptó la oferta porque no tenía otra». Rossi respondió a aquella declaración asegurando que el español «no tenía huevos para irse a Ducati».