Selección española

La España de Luis Enrique va bien

La España de Luis Enrique va por el buen camino hacia la Eurocopa que se celebrará en 2021

El combinado nacional crece, mejora y el asturiano está formando un grupo joven y competitivo que siempre va a por los partidos con una idea definida

Luis Enrique
Iván Martín

España va bien. Bueno, la España de Luis Enrique va bien. Muy bien, la verdad. El asturiano está consiguiendo formar un grupo de jugadores jóvenes y con hambre para poder luchar por grandes retos, esos a donde el combinado nacional no ha conseguido llegar desde 2012, cuando conquistó la Eurocopa en Kiev. Esta nueva selección tiene muy buena pitan hasta la fecha y, lo más importante, es tremendamente competitiva.

Ante Portugal, como antes frente a Alemania, se vio a un equipo capaz de competir de tú a tú con los mejores. Mirándolos a los ojos y superándoles sobre el césped en diferentes momentos del partido. Todo a través de una idea que no se negocia, que está por encima de cualquier jugador y con la que Luis Enrique va a ir hasta el final. Y, visto lo visto, parece que los jugadores han asimilado a la perfección la forma que tiene el asturiano de entender el fútbol.

Desde el control del juego y con la meta de ir siempre a por el partido, Luis Enrique va dando forma a un grupo que pinta muy bien de cara al futuro. El objetivo está claro que es la Eurocopa que se celebrará en 2021, pero hasta que llegue la gran cita el asturiano tendrá la oportunidad de ir consolidando a un equipo joven y renovado que está recuperando una identidad perdida en los últimos tiempos. De la España de la furia se pasó a la del tiquitaca, y actualmente está naciendo un equipo que tiene un poco de los dos estilos que han identificado al combinado nacional a lo largo de su historia.

Por un lado, esta selección adora tocar la pelota. Tener el control y dominar las diferentes situaciones del partido están en la idea de Luis Enrique, pero también es capaz de sacar la furia. Se vio ante Alemania para lograr un empate tremendamente importante en la Liga de las Naciones sobre la bocina. Y para ello, el seleccionador es capaz de alternar jugadores de un perfil u otro sin complejos y apostando por dar entrada al terreno de juego lo que se necesita en cada momento. En esta última convocatoria se ha visto a la perfección con dos debutantes: por un lado, Campaña, un jugador que toca muy bien la pelota, y por otro Adama, pura potencia y verticalidad al servicio de España.

Una renovación necesaria

Para conseguir todo esto, Luis Enrique se ha deshecho de la España del pasado. La que no fue capaz de recoger el testigo de la generación campeona y fracasó en Brasil, Francia y Rusia. De las convocatorias han desaparecidos jugadores como Morata, Isco, Saúl o Koke, y han emergido con fuerza futbolistas jóvenes, como es el caso de Eric García, Reguilón, Ansu Fati o Dani Olmo, entre otros, además de hombres que en sus clubes están haciendo méritos para defender al combinado nacional, como sucede con Gerard Moreno o Rodrigo. Todo sin olvidarnos de dos pesos pesados que son claves para el seleccionador: Sergio Ramos y Busquets. 

Primer y segundo capitán, uno del Madrid y otro del Barça, pero ambos fundamentales para Luis Enrique. El asturiano se apoya en ellos dentro y fuera del campo para que acojan y enseñen a los jóvenes lo que significa defender la camiseta de la selección española. Es de lo poco que queda de la vieja España en este nuevo equipo con ganas de hacer grandes cosas.

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