Champions League: Tottenham 2 - Barcelona 4

Dios salve a Messi

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Leo Messi marcó dos goles en Wembley y salvó al Barcelona de su crisis.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Leo Messi es patrimonio del fútbol mundial y en Wembley añadió una nueva obra de arte para su museo particular. Dos goles, dos disparos al palo y una sensación de superioridad aplastante para devolver al Barcelona a la senda del triunfo tras tres partidos sin ganar.

El argentino fue el mejor ante un Tottenham que, pese a sus numerosas e importantes bajas, peleó con tesón hasta el minuto 89 y soñó con puntuar. Harry Kane hizo todo lo posible para cimentar su estatus de galáctico, pero se encontró con un Messi que jugó un partido fuera de categoría en una de las catedrales del fútbol.

Ernesto Valverde no se anduvo con medias tintas en su planteamiento en Wembley. El txingurri sacrificó a Dembélé en pos de mejorar la posesión de su equipo ante un Tottenham que también quería el balón, pero que venía muy mermado por las ausencias por lesión de Dele Alli y Eriksen, sus dos grandes pilares en la medular.

Si los culés ya iban con cierta ventaja por las bajas de su rival, el capitán Lloris se empeñó en hacerla más grande a los 90 segundos de partido. Si el error de Kroos en Moscú fue grosero, el del portero fue de la misma magnitud dejando en bandeja el gol a Coutinho. El francés desguarneció su meta para salir a un balón al espacio de Messi a Jordi Alba. El lateral llegó sobrado y dejó a Coutinho un caramelo en la frontal del área para meter el balón sutilmente colocado sin portero en el marco.

Con ese garro de agua fría en el cuerpo, el Tottenham se hizo el dueño del balón, pero sin mucha profundidad. Harry Kane era un islote aislado y los locales apenas conseguían poner en apuros a los culés. Necesitaban espacios para explotar la velocidad de Son y Lucas, pero no encontraban la manera.

El Barça, por contra, parecía mucho más disciplinado en defensa que en fechas precedentes con la presión volviendo a estar presente. Así las cosas, no hubo un exceso de ocasiones para ninguno de los contendientes, siendo un tímido disparo de Harry Kane la mejor aproximación local hasta que llegó el segundo tanto del Barcelona.

En una jugada al primer toque, Coutinho parecía tenerlo todo en contra para salvar un pase excesivamente largo de Luis Suárez, el brasileño la sacó como pudo dejando un balón elevado en la frontal para que Rakitic llegase y la empalase al fondo de las mallas. El croata evocó al remate de McManaman en la octava Champions del Real Madrid, pero realizando un escorzo todavía mayor colocando el balón en el poste.

El Tottenham estaba herido y buscó a tumba abierta un gol que le pudiese meter en el partido. Ter Stegen, sin embargo, no iba a permitir ni un respiro a los locales sacando una mano impresionante en el minuto 33 tras un desvío de Piqué que se envenenó.

Dos palos de Messi seguidos

El Barcelona tenía el partido donde quería, sabiendo que podía sentenciar en cualquier contragolpe. Tras el descanso, Messi hizo dos jugadas prácticamente calcadas que terminaron en el poste tras resolver sendos contragolpes dos contra dos con un disparo desde la frontal. El argentino no se podía creer que escasos milímetros le apeasen de un merecido premio en apenas cinco minutos.

Por si fuese poco, Harry Kane apareció en la siguiente oportunidad con una jugada de auténtico crack. El delantero británico sentó a Semedo en el área en una jugada trepidante y luego cruzó ante Ter Stegen para poner picante al duelo.

Pero las dudas las disipó nuevamente el de siempre a la siguiente que tuvo. Messi manejó a la defensa del Tottenham, envió en profundidad a la entrada de Jordi Alba y remató –otra vez al poste que dos veces le había rechazado– al fondo de las mallas para apagar la reacción local. El gol fue estéticamente excelente porque tanto Coutinho como Suárez dejaron pasar el balón sabiendo de la llegada de su compañero al punto de penalti.

Sufriendo hasta el final

El Tottenham, sin embargo, no se rindió. Como buen equipo inglés, los londinenses no le perdieron la cara al choque y Lamela, en colaboración con Lengret, volvió a dar gasolina a sus compañeros con un tanto desde la frontal.

El Barça se aculó en la frontal del área y Pochettino metió a Fernando Llorente para bajar balones y poner el miedo en los azulgrana. El que las tuvo, pese a ser el más pequeño, fue un Lucas Moura que se quedó a milímetros de empatar. Primero de disparo que sacó Lenglet y luego en un despeje de Semedo que casi caza.

Cuando la presión estaba más alta, Messi volvió a aparecer para sentenciar, esta vez sí, a los británicos en el minuto 89 en un centro de Alba que dejó pasar Súarez y que remató el argentino con su clase habitual devolviendo a la senda del triunfo a su equipo tras tres partidos muy flojos. El Barça toma aire. Dios salve a Messi.

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