El Barça aprende a vivir sin Messi

Messi ya es pasado… en el Barcelona. El conjunto culé afrontaba la primera prueba de su nueva vida sin el astro argentino y la superó dejando señas de que pueden, o al menos intentarlo, vivir sin el mejor futbolista de su historia cuyo fantasma sobrevolaba en el ambiente. Gracias al gol de Piqué y el doblete de Braithwaite y otro tanto de Sergi Roberto, los de Koeman se impusieron en un Camp Nou con más de 20.000 espectadores en las gradas, a una Real Sociedad que sólo apareció en los últimos minutos para poner emoción en el marcador gracias a los goles de Lobete y Oyarzabal.

El Barcelona salió enchufado. Muestra de ello es que antes de llegar al minuto de juego Braithwaite ya avisaba con un disparo a las manos de Remiro. Koeman apostó por el 4-3-3 obedeciendo al ‘consejo’ de Laporta para hacer un fútbol más ofensivo y vistoso que el ofrecido la temporada pasada.

Desde el arranque el Barcelona pasó por encima de una Real Sociedad sin identidad, ahogada ante la presión alta del Barcelona e incapaz de dar dos pases seguidos. Y así, las ocasiones azulgranas se sucedían rondando un gol que no tardaría en llegar.

Justo antes del tímido y extraño intento de homenaje en el minuto 10 a Leo Messi llegaba un remate de Griezmann de media chilena. El público aprovechaba que ya estaba de pie para exhibir una mezcla entre aplausos y pitos. Mientras unos coreaban el nombre del nuevo ídolo del PSG, otros silbaban, aparentemente, al palco culpando a la directiva de su marcha.

Minuto 10 de partido y el Camp Nou se acuerda de Leo Messi.#LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/IXYgORSfmv

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No entretuvo eso a un Barça empeñado en culminar su superioridad adelantándose en el marcador. Griezmann, en su partido 100 como azulgrana, remataba al larguero de cabeza a la salida de un córner antes de que Piqué marcase el 1-0. Se veía venir. Memphis puso un balón perfecto al defensa culé para que cabecease sólo y sin imposición de una defensa invisible.

Braithwaite alza la voz

Poco después pudo caer el segundo, pero Remiro, a bocajarro, atrapaba el balón tras el remate de un Memphis que dejó muy buenas sensaciones por su atrevimiento y su descaro. Tanto, que minutos después, lo volvía a intentar con un disparo desde el centro del campo. Su inscripción se hizo esperar, pero mereció la pena. Su fichaje parece un acierto.

Con el paso de los minutos la Real Sociedad se fue quitando los complejos con los que saltó al césped para acercarse, aunque sin crear grandes ocasiones de peligro, a la portería de Neto. Cuando parecía que el Barça agradecía que el partido se fuese al descanso llegaría el segundo de los culés. La Real reclamaba, con razón, falta de Eric García en el robo a Januzaj. El balón llegaba a De Jong que asistía a un Martin Braithwaite que con un bailecito celebraba su primer gol de la temporada.

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Imanol sabía que tenía mover ficha e introdujo dos cambios al descanso. Bautista y Barrenetxea al campo. Y la sensación es que la Real mejoraba. Pero apenas sirvió de nada porque en el 59′ el Barça iba a sentenciar (o eso parecía) el partido. En una acción nacida por la izquierda en las botas de Depay, el holandés buscó el desmarque de Alba, que tras centrar un balón despejado por Remiro, caía en las botas de Braithwaite. El delantero danés marcaba su segundo tanto que le servía además para mandar un mensaje a Koeman y a la directiva: «¿Buscáis un delantero? Aquí estoy».

Cuando parecía que sólo había que esperar al pitido final, la Real Sociedad se empeñó en poner emoción al partido. Primero fue Lobete el que recortaba distancias. Y un minuto después era Oyazarbal el que con un lanzamiento magistral de falta ponía el 3-2 que atemorizaba al Camp Nou.

Había miedo en las gradas y en el banquillo. Koeman quitaba a Memphis para meter a Lenglet porque no quería sustos. Y con la Real volcada, ya en el descuento, el Barça amarró sus tres primeros puntos de la temporada cuando Sergi Roberto en el segundo palo culminó un contraataque dirigido por Griezmann y en el Braithwaite culminó su buen partido dando una asistencia.