El Atlético vuelve a la Champions en su estadio fetiche
Joao adopta el papel de Luis Suárez y se coloca los galones de goleador
El Betis se dejó la vida, pero se encontró con la mejor versión de Oblak
El precio de la victoria fueron las lesiones de Vrsaljko y Correa, que no pudieron acabar ni la primera parte
Extraordinaria segunda parte del Atlético tras la salida al campo de Lemar
El Atlético regresó a posiciones Champions en su estadio fetiche sumando su tercera victoria consecutiva en Liga y recuperando niveles de credibilidad semejantes a los de la pasada temporada. Joao asumió definitivamente el papel de Luis Suárez y se transfiguró en el goleador que necesita el equipo. A once partidos para el final de la Liga los rojiblancos vuelven a depender de sí mismos para lograr su objetivo.
El Atlético cantó bingo antes de que se hubieran consumido los dos primeros minutos del partido. Un pase largo de Oblak lo peinó Vrsaljko hacia Correa, cuyo centro raso al segundo palo lo remató insultantemente solo Joao Félix, que no tuvo más que desviar la trayectoria del balón al fondo de la red.
El gol parecía anticipar el inicio de una gran noche de fútbol, pero en realidad fue la antesala de una primera parte cargada de incidentes, con tres jugadores lesionados y un sin fin de interrupciones que no sólo cortaron el ritmo del partido, sino que directamente acabaron con cualquier continuidad hasta que en la recta final el Betis se reenganchó con un asedio al área de Oblak que le acabó recompensando con el empate.
Primero cayó Guardado a los once minutos por un problema muscular, a los 21 cayó Vrsaljko tras un choque con Fekyr y a los 27 Correa le dejó su plaza a Griezmann tras golpearse la tibia en una disputa con Ruibal. Los dos banquillos tuvieron que mover piezas para reubicar a los jugadores y el partido entró en un limbo del que lo sacó Carrasco, que salió en un tres contra uno con todos los pronunciamientos para certificar el 0-2, pero el belga se equivocó lastimosamente en el pase ante la desesperación de Joao y Lodi, que esperaban a su lado para machacar el gol.
Algo parecido le pasó a Akoukou poco más tarde. El costamarfileño impactó con el balón en el área pequeña, pero sorprendentemente el balón desafió las leyes más elementales de la física y salió por encima de la portería en la primera llegada bética con cierto peligro en una primera parte que a partir de esa jugada cambió de rumbo para desgracia rojiblanca porque su rival se lo comió en los últimos minutos con tres oportunidades muy claras: primero un frontazo desviado de Bartra tras un saque de esquina a los 44 minutos, luego otro de Borja Iglesias para la foto de Oblak en el descuento y, por fin, el gol de Tello casi en la última jugada del primer tiempo, en un remate franco desde fuera del área tras un grave error de Herrera.
El 1-1 obligó al Atlético a empezar de nuevo y a Simeone no le tembló el pulso en el descanso. Lemar ingresó en el campo, Lodi se quedó en el vestuario y Carrasco pasó al carril izquierdo. Todo el talento posible en el césped con 45 minutos por delante para exhibirlo, pero la primera gran ocasión de la reanudación fue del Betis, en un doble disparo de Tello ante el que respondió espectacular Oblak, que en el saque de esquina siguiente evitó el gol olímpico de Joaquín.
La respuesta del Atlético también fue contundente. A los 55 minutos, tras otro saque de esquina, Felipe se elevó sobre la defensa y cabeceó a la cepa del poste ante la mirada de Claudio Bravo, que luego se quedó con el balón en el remate posterior, mucho más inofensivo. Solventado el problema de las interrupciones de la primera parte, la segunda estaba siendo un puro espectáculo futbolístico de primer nivel al que sólo le faltaba un golazo a la altura, y de eso se encargó Joao Félix a los 61 minutos tras un carrerón por la banda de Llorente. El internacional pudo con todos por la derecha, penetró en el área como un cuchillo en la mantequilla y le regaló el doblete al portugués.
El Betis se fue con todo arriba y el Atlético le machacó al contragolpe. Claudio Bravo evitó la sentencia con dos paradones extraordinarios ante Joao y Griezmann, pero a los 80 el francés volvió a sangrar la banda izquierda verdiblanca y le entregó el 1-3 a Lemar, que no perdonó.
La jornada es casi perfecta. Sólo la estropea la polémica victoria del Barcelona en Elche, pero más allá de ese resultado perdieron Real Sociedad y Villarreal, que también peleaban por la Champions. Ahora toca mantener la posición y, por supuesto, prepararse para la vuelta ante el Manchester, y ya ha comenzado la vuelta atrás. Quedan diez días.