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Muchas personas, cuando ven a un insecto cerca, lo primero que piensan es en aplastarlo con la mano. No obstante, los expertos advierten que ese simple gesto podría tener consecuencias dermatológicas graves.
A diferencia de otros insectos, este escarabajo no muerde ni pica, pero tiene una defensa química altamente irritante que se activa si es aplastado. ¿Quieres saber de qué especie se trata?
El escarabajo que causa dermatitis severa al contacto
Este insecto pertenece al género Paederus, un tipo de coleóptero de la familia Staphylinidae. Es conocido popularmente como «fuetazo»o «juetazo» por la forma lineal que adopta la lesión que causa al entrar en contacto con la piel. Se encuentra en regiones tropicales y templadas, y suele verse atraído por la luz artificial, especialmente en noches húmedas y cálidas.
No es peligroso mientras se mantenga intacto. El problema aparece cuando se lo aplasta, ya que su cuerpo libera una sustancia tóxica llamada pederina, un compuesto vesicante que puede provocar quemaduras químicas en la piel humana.
Las lesiones suelen aparecer entre 12 y 48 horas después del contacto y se manifiestan como enrojecimiento, picazón intensa, ampollas y, en casos más graves, ulceraciones.
Pederina: la potente toxina del escarabajo que no se debe subestimar
La pederina es una amida tóxica producida no directamente por el insecto, sino por bacterias del género Pseudomonas que viven en simbiosis dentro de algunas hembras del escarabajo.
De hecho, su potencia es tal que, en proporción, puede ser más tóxica que el veneno de una cobra, según datos recogidos en publicaciones especializadas como Medigraphic.
Cuando el insecto es arrastrado o aplastado sobre la piel, la toxina puede esparcirse en forma de línea, lo que da lugar a la característica «dermatitis lineal» o «del latigazo».
También puede transmitirse a otras zonas del cuerpo mediante el contacto con las manos contaminadas, afectando incluso áreas sensibles como los ojos o los genitales.
Qué hacer y qué evitar ante un contacto accidental con este insecto
La primera recomendación es no tocar al insecto con la piel desnuda. Si se sospecha que ha habido contacto, lo más importante es lavar inmediatamente la zona con agua y jabón.
La aplicación de compresas frías y lociones calmantes como la calamina puede ayudar a reducir la irritación. En algunos casos, también se recomienda la tintura de yodo para neutralizar la toxina.
Si las lesiones progresan o aparecen ampollas, es aconsejable acudir al médico. El tratamiento puede incluir corticoides tópicos, antihistamínicos y, si hay una infección secundaria, antibióticos.
Cómo prevenir encuentros con el escarabajo «fuetazo»
Para evitar su presencia en el hogar, se recomienda minimizar el uso de luces exteriores por la noche, instalar mallas finas en puertas y ventanas, y mantener una distancia prudente entre la vivienda y las zonas con vegetación densa. En caso de encontrar uno, lo mejor es retirarlo con papel o con un objeto sin establecer contacto directo.
Conocer a este escarabajo y su peligrosa pederina es clave para evitar una experiencia desagradable. A veces, hasta el gesto más inocente puede desencadenar consecuencias inesperadas.
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