¿Alguna vez le has puesto sal al café? El resultado te sorprenderá

¿Alguna vez le has puesto sal al café? Aquellos que aman el café endulzado deben usar sal en su lugar: no es un error, el sodio contenido en la sal realmente puede hacer que la bebida sea menos amarga y con ello, que su sabor cambie radicalmente. Una práctica que parece estar de moda en Estados Unidos pero cuyo origen nace en Italia.

Poner sal al café

Por lo general, «salar» el café es un error trágico: en las cocinas abovedadas , la sal y el azucarero son similares y una cucharadita de sal en la taza significa tener que tirar todo y comenzar de nuevo (esta es la cantidad de sal que debe consumir por día).

Sin embargo, piensa que en América el “café salado” está ahora de moda : ciertamente no se le pone sal al café en lugar de azúcar, pero el sabor de este ingrediente se usa para mejorar el café .

Las dosis son mínimas: basta un grano de sal, no directamente en la taza, sino en el agua con el que se hace el café en la cafetera moka. Una costumbre ya conocida en Nápoles, donde,  el café es un arte: el sodio contenido en la sal sirve para atenuar el sabor amargo de la bebida y también puede evitar agregar azúcar.

La costumbre de poner sal en la caldera de la cafetera moka o espresso se ha arraigado en el exterior, donde las máquinas profesionales sueltan la cantidad exacta por cada taza y el café «salado» puede llegar a costar cuatro dólares la pieza dado que se vende como si fuera un café especial cuando en realidad el único secreto que tiene es que ese pequeño grano de sal.

El sabor del café preparado de esta manera sería más corpulento e intenso , así como menos amargo : obviamente, el truco es particularmente apreciado por aquellos que toman café con mucho azúcar , mientras que hay toda una categoría de «puristas» de esta bebida, que consideran un sacrilegio alterar de alguna manera el aroma y que de hecho, el café se debe tomar siempre sin azúcar ni sal y sin ningún otro ingrediente.

En cualquier caso, probarlo no cuesta nada : la próxima vez que prepares café con la moka, añade un granito de sal al agua y disfruta del resultado . ¡Quizás sea una agradable sorpresa! Por lo demás, nada te impide volver a preparar el café como siempre en agua fresca.