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¿Vegana y embarazada? Cómo evitar la preeclampsia y el bajo peso del bebé con estos consejos

Todo lo que debes comer siendo vegana para garantizar un buen embarazo

Dieta vegana en el embarazo ¿es posible?

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Descubre todo sobre cómo llevar a cabo una alimentación vegana sana durante el embarazo
Blanca Espada

La alimentación vegana, que excluye todo tipo de productos de origen animal, puede ser una opción saludable y sostenible para muchas personas. Sin embargo, cuando se trata de un periodo tan delicado como el embarazo, es normal que surjan dudas sobre si esta dieta puede cubrir todas las necesidades nutricionales de la madre y el bebé.

A continuación, vamos a explicar qué es la preeclampsia y el bajo peso del bebé, dos complicaciones que pueden afectar al embarazo y que se han relacionado con la alimentación vegana. También vamos a ofrecer algunos consejos para prevenir o tratar estos problemas con una dieta vegana equilibrada y suplementada adecuadamente.

¿Qué es la preeclampsia y el bajo peso del bebé?

La preeclampsia es una condición que se caracteriza por una presión arterial alta y una presencia de proteínas en la orina durante el embarazo. Puede causar graves problemas tanto para la madre como para el bebé, como convulsiones, desprendimiento de placenta, retraso del crecimiento fetal, parto prematuro o muerte.

El bajo peso del bebé se define como un peso inferior a 2.500 gramos al nacer, independientemente de la edad gestacional. Puede deberse a diversos factores, como una mala nutrición materna, infecciones, tabaquismo, consumo de alcohol o drogas, o problemas genéticos o placentarios. Los bebés con bajo peso tienen más riesgo de sufrir complicaciones como hipotermia, hipoglucemia, ictericia, infecciones, hemorragias cerebrales o muerte súbita.

¿Qué relación hay entre la alimentación vegana y la preeclampsia y el bajo peso del bebé?

La alimentación vegana, si no se planifica correctamente, puede provocar deficiencias de algunos nutrientes esenciales para el embarazo, como la vitamina B12, el hierro, el calcio, el yodo, el zinc o el ácido fólico. Estas deficiencias pueden aumentar el riesgo de desarrollar preeclampsia o de tener un bebé con bajo peso .

Sin embargo, esto no significa que la alimentación vegana sea incompatible con el embarazo. De hecho, algunos estudios han encontrado que las mujeres veganas tienen menos riesgo de sufrir diabetes gestacional, hipertensión o parto por cesárea que las mujeres omnívoras . Además, los bebés de madres veganas pueden tener un mejor desarrollo cognitivo y menor incidencia de alergias o asma que los bebés de madres no veganas .

La clave está en seguir una dieta vegana variada, equilibrada y suplementada con los nutrientes que puedan faltar. Así se puede garantizar una buena salud tanto para la madre como para el bebé.

Consejos para evitar la preeclampsia con una dieta vegana

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A continuación, vamos a dar algunos consejos prácticos para prevenir o tratar la preeclampsia y el bajo peso del bebé con una alimentación vegana adecuada:

  • Tomar un suplemento de vitamina B12. La vitamina B12 es imprescindible para la formación de glóbulos rojos, el funcionamiento del sistema nervioso y la síntesis de ADN. Su deficiencia puede causar anemia, daño neurológico, abortos espontáneos o malformaciones fetales. La vitamina B12 solo se encuentra en alimentos de origen animal, por lo que las personas veganas deben tomar un suplemento de al menos 2,6 microgramos al día durante el embarazo.
  • Consumir alimentos ricos en hierro y vitamina C. El hierro es otro mineral esencial para la producción de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno. Su deficiencia puede provocar anemia, fatiga, debilidad, palidez, mareos o preeclampsia. El hierro de origen vegetal se absorbe peor que el de origen animal, por lo que se recomienda consumir alimentos ricos en hierro, como legumbres, frutos secos, semillas, cereales integrales, verduras de hoja verde o tofu, junto con alimentos ricos en vitamina C, como cítricos, kiwis, fresas, pimientos o tomates, que favorecen su absorción. También se puede tomar un suplemento de hierro bajo supervisión médica si se detecta una deficiencia.
  • Incluir fuentes de calcio en la dieta. El calcio es un mineral necesario para la formación y el mantenimiento de los huesos y los dientes, así como para la contracción muscular y la transmisión nerviosa. Su deficiencia puede causar osteoporosis, hipocalcemia, calambres o preeclampsia. El calcio de origen vegetal se absorbe mejor que el de origen animal, por lo que se puede obtener suficiente calcio con una dieta vegana que incluya alimentos como leches vegetales enriquecidas, tofu, almendras, sésamo, higos secos, brócoli o col rizada. También se puede tomar un suplemento de calcio si se necesita.
  • Asegurar un aporte adecuado de yodo. El yodo es un oligoelemento que interviene en la producción de hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. Su deficiencia puede causar hipotiroidismo, bocio, retraso mental, abortos, partos prematuros o bajo peso del bebé. El yodo se encuentra principalmente en alimentos de origen marino, como algas, pescados o mariscos, que las personas veganas no consumen. Por eso, se recomienda usar sal yodada o tomar un suplemento de yodo de 150 microgramos al día durante el embarazo.
  • No olvidar el ácido fólico. El ácido fólico es una vitamina del grupo B que participa en la síntesis de ADN, la división celular y la formación del tubo neural. Su deficiencia puede causar anemia, defectos del tubo neural, labio leporino, paladar hendido o bajo peso del bebé. El ácido fólico se encuentra en alimentos como verduras de hoja verde, legumbres, frutos secos, semillas, aguacate o levadura nutricional, pero su contenido puede disminuir por la cocción o el almacenamiento. Por eso, se recomienda tomar un suplemento de ácido fólico de 400 microgramos al día desde al menos un mes antes de la concepción hasta el final del primer trimestre del embarazo.
  • Elegir alimentos ricos en zinc. El zinc es un mineral que interviene en el funcionamiento del sistema inmunitario, la cicatrización de heridas, el sentido del gusto y el olfato, y la síntesis de proteínas y ADN. Su deficiencia puede causar infecciones, retraso del crecimiento, parto prematuro o bajo peso del bebé. El zinc de origen vegetal se absorbe peor que el de origen animal, por lo que se recomienda consumir alimentos ricos en zinc, como legumbres, frutos secos, semillas, cereales integrales, tofu o tempeh, preferiblemente remojados, germinados o fermentados para reducir los antinutrientes que dificultan su absorción. También se puede tomar un suplemento de zinc si se necesita.
  • Incorporar ácidos grasos omega-3 en la dieta. Los ácidos grasos omega-3 son grasas esenciales que tienen efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular, la inflamación, el sistema nervioso y la visión. Su deficiencia puede causar depresión, sequedad de la piel, problemas de coagulación o preeclampsia. Los ácidos grasos omega-3 de cadena larga, como el EPA y el DHA, solo se encuentran en alimentos de origen marino, como pescados grasos, mariscos o algas, que las personas veganas no consumen. Por eso, se recomienda tomar un suplemento de algas.
  • Comer suficientes calorías y proteínas. Durante el embarazo, se necesita un aumento de la ingesta calórica y proteica para asegurar el crecimiento y el desarrollo del bebé. Se estima que se necesitan unas 300 calorías y 15 gramos de proteína extra al día durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo. Se puede conseguir este aporte con una dieta vegana que incluya alimentos como legumbres, frutos secos, semillas, cereales integrales, leches vegetales, tofu, tempeh, seitan o proteína vegetal texturizada, que son fuentes de proteína de alta calidad y valor biológico.
  • Hidratarse adecuadamente. El agua es esencial para el buen funcionamiento del organismo, especialmente durante el embarazo, cuando se incrementa el volumen de sangre, el líquido amniótico y el peso corporal. Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día, o más si se hace ejercicio, se suda mucho o se vive en un clima cálido. También se pueden consumir otras bebidas hidratantes, como infusiones, zumos naturales o caldos vegetales, pero evitando el alcohol, el café, el té o las bebidas azucaradas, que pueden tener efectos negativos sobre el embarazo.
  • Consultar con un profesional de la salud. Antes de iniciar o continuar con una dieta vegana durante el embarazo, es importante consultar con un médico, una matrona o un nutricionista, que puedan evaluar el estado de salud de la madre y el bebé, realizar las pruebas necesarias, recomendar los suplementos adecuados y hacer un seguimiento periódico. Así se podrá prevenir o detectar cualquier problema que pueda surgir y recibir el mejor asesoramiento posible.

La alimentación vegana puede ser una opción saludable y sostenible para el embarazo, siempre y cuando se planifique correctamente y se suplemente con los nutrientes que puedan faltar. Siguiendo estos consejos, se puede evitar la preeclampsia y el bajo peso del bebé, y garantizar un embarazo feliz y saludable tanto para la madre como para el bebé.

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