Todo lo que necesitas saber sobre la preeclampsia
Cualquier mujer desea tener un embarazo tranquilo, que evolucione de forma normal y que no presente ningún obstáculo. No obstante, conseguir eso no siempre es posible. Así, hay algunas féminas que durante esos nueve meses sufren distintas complicaciones, entre las que toma especial protagonismo la llamada preeclampsia.
¿Quieres saber qué es, las causas que tiene la misma e incluso sus consecuencias? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación:
¿Qué es la preeclampsia?
Lo primero que tenemos que establecer es que la preeclampsia se trata de una complicación que tienen algunas mujeres durante el embarazo. Se suele producir en lo que es el tercer trimestre y consiste básicamente en que padezcan hipertensión arterial y presencia de proteínas en la orina, entre otros hechos.
Se considera que afecta a un 5 % de las futuras mamás, que puede aparecer en el parto y que se clasifica en varios grupos. Así, está la leve, que es la más habitual y que no entraña peligros si se tiene controlada, y la grave. Esta última puede causar daños en ciertos órganos, como los riñones o el cerebro; puede provocar un desprendimiento de la placenta e incluso puede tener un final trágico como es la muerte. No obstante, hay que mantener la calma porque estos últimos casos son los más infrecuentes.
Causas y síntomas de la preeclampsia
Hay que establecer que no se ha podido aún determinar una causa concreta de la preeclampsia. Es decir, no se ha podido llegar a una clara idea de porqué unas mujeres sí la sufren y otra no. De ahí que se barajen como posibles responsables desde factores genéticos hasta las características del sistema inmunológico pasando por otras enfermedades o por la alimentación.
A pesar de todo eso, hay que saber que el punto de partida habitual de esta complicación en la gestación es un riego reducido a nivel sanguíneo de la placenta. Y eso puede ser debido a problemas de hipertensión o colesterol así como a que la placenta no se ha implantado de la forma adecuada.
Sea como sea, los síntomas que indican que la embarazada está atravesando esa situación son aumento de peso, hinchazón excesiva en distintas partes del cuerpo (manos, pies, cara, tobillos…), náuseas, dificultades para respirar o dolores de cabeza.
Tratamiento para la preeclampsia
Cuando una gestante sospeche que puede estar sufriendo preeclampsia, debe acudir de manera inmediata a su médico. Y es que cuanto antes se le diagnostique, antes se le podrá poner un tratamiento en pro de que esa situación no empeore y traiga consigo consecuencias adversas.
En concreto, el doctor recurrirá a ciertas propuestas para averiguar si la padece. Exactamente optará por revisar la tensión arterial y por comprobar los niveles de proteína en la orina. Mediante una muestra del pipí se podrán descubrir los citados y también la relación que existe entre la creatinina y la proteína.
Con esos exámenes se podrá saber si los niveles de los citados parámetros son los adecuados o no. En caso negativo, el médico establecerá un tratamiento teniendo en cuenta la gravedad de la situación, el estado en el que está el bebé y la semana de gestación. En el caso de que la mujer esté en la semana 37 o más, es muy probable que se le provoque el parto para evitar males mayores.
Más datos de interés sobre la preeclampsia
Además de los aspectos indicados, es necesario proceder a conocer otros importantes relacionados con la preeclampsia como son estos:
- Las embarazadas que tienen más riesgos de sufrirla son la que poseen una gestación múltiple, las que tienen antecedentes de esa complicación en su familia o las que presentan obesidad. De la misma manera, también las que se han sometido a un tratamiento de fertilidad, las menores de 20 años o las mayores de 35 años.
- Las féminas con preeclampsia grave, desde el momento que se les diagnostique, pasarán el resto del embarazo ingresadas en el hospital. Y es que es la manera de tenerlas controladas, asistidas y así no correr riesgos innecesarios. Las que, sin embargo, tengan una leve podrán estar en casa pero, eso sí, se verán en la necesidad de realizarse exámenes y pruebas de manera periódica.
- Entre las complicaciones que puede tener esta situación, a su vez, están el Síndrome de HELLP, la eclampsia, la rotura hepática, el edema pulmonar o un shock de tipo circulatorio..
- Para poder prevenir la preeclampsia deben ponerse en manos de su médico cuando tienen la tensión arterial alta de por sí o sufren deficiencias a nivel de calcio, por ejemplo. Eso sin olvidar otras recomendaciones tales como seguir una dieta sana, completa y equilibrada, no tomar diuréticos…