Inmigrantes recién llegados en patera a Mallorca: «¿Podéis avisar a la Policía, por favor?»
Los 24 inmigrantes ilegales llegados el pasado 12 de octubre a Mallorca sabían cómo actuar nada más tocar tierra
Preguntaron a los ciudadanos que había presentes en la zona, en Ses Salines, si les podían compartir sus datos móviles
Son las 9,10 horas de la mañana del sábado 12 de octubre de 2024. Un grupo de amigos se encuentra en el Cap de Ses Salines, en el municipio de Santanyí, en Mallorca, tomando imágenes y observando a los pájaros que sobrevuelan la zona. De repente, un gran tumulto de personas hace presencia en tierra. Acaban de llegar con una patera. Son en total 24 personas. Se hace difícil creer que tanta gente pudiese viajar a bordo de una embarcación de tan reducidas dimensiones.
Nada más llegar a tierra preguntan a los allí presentes a qué distancia se encuentra el pueblo más cercano. «A 10 kilómetros», les responden. Algunos de los recién llegados van descalzos y deciden descartar la opción de ir a pie. Los inmigrantes se expresan en francés. No hablan español. A continuación, preguntan a los allí presentes si pueden avisar a la policía. Parecen conocer de sobra cómo actuar nada más tocar tierra. Como si hubiesen memorizado un manual de instrucciones sobre cómo llegar a Europa.
Durante la espera, los inmigrantes comen y beben de alimento y bebida que los ciudadanos allí presenten les dan. Se lo acaban todo en pocos minutos. La Guardia Civil tarda una hora en hacer su presencia en la zona. Los cuatro guardias desplazados toman nota de los datos que los recién llegados les van dando. Desde su nombre hasta su año de nacimiento. Un adolescente asegura que nació en «2006» y que ya tiene los 18 años, hecho que cuesta de creer, pero resulta imposible de comprobar pues ninguno lleva documentación alguna consigo.
Lo que sí llevan los inmigrantes son teléfonos móviles. De última generación. Algunos con batería externa incluso. «¿Podéis compartirnos datos?», preguntaron nada más llegar a los allí presentes. Parecían impacientes por establecer una primera comunicación nada más llegar a tierra firme.
Una vez los guardias civiles han tomado nota uno a uno de la veintena de sujetos recién llegados a Mallorca, resulta que 20 de ellos proceden de Mali y otros cuatro son de Guinea. La gran mayoría son hombres. Hay sólo tres mujeres y un niño pequeño.
Ese mismo 12 de octubre, por la tarde, Delegación de Gobierno informa que se ha procedido a la interceptación de un total de 24 personas de origen subsahariano. Se encuentran en aparente buen estado de salud. Los hechos han ocurrido en tierra, en la zona del Faro de Ses Salines (Santanyí). Ha tenido que intervenir la Guardia Civil de Santanyí y de Felanitx.
En esa misma fecha, otras tres pateras son notificadas en las Islas Baleares. 17 personas han tenido que ser rescatadas a una milla náutica de Formentera, otras 21 han sido interceptadas en la zona de Es Caló, también en la pitiusa menor, y ya por la tarde, a las 16:00 horas, 26 individuos son interceptados nuevamente en Formentera, esta vez en la zona de S’Estufador. En resumen, más de 85 inmigrantes ilegales llegados a Baleares en apenas unas horas.
Y el drama no cesa. El lunes 14 de octubre, 19 personas de origen subsahariano son rescatadas al sur de Mallorca y otras 13, de origen magrebí, son interceptadas en la playa de Cala Galiota de Ses Salines, en Mallorca.
Las mafias siguen campando a sus anchas en territorio español mientras la falta de acción del Gobierno de Pedro Sánchez brilla por su ausencia. El delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez Badal, se limita a decir que «hay que ser comprensivos y solidarios» con los «recién llegados».
En lo que llevamos de año ya se han superado con creces las cifras de los inmigrantes ilegales llegados a Baleares en 2023. Y además es más que evidente que se ha establecido una ruta migratoria de acceso a Europa con las Islas Baleares como primer punto de llegada.