El Gobierno balear y sus moratorias y prohibiciones contraproducentes
El ex jefe de servicio de control de los juegos de azar y apuestas de la Policía alertó que la sobreregulación del juego puede hacer aflorar el juego ilegal en Baleares.
Que gobernar no tendría que estar basado en la prohibición sino en el consenso y una correcta regulación es una máxima conocida en todo el mundo, excepto en el Gobierno Balear que aplica moratorias y prohibiciones que buscan un objetivo, pero que al final obtiene resultados contraproducentes debido a una falta de mesura en la regulación normativa.
Un ejemplo es el de la vivienda vacacional: con la aplicación de la moratoria en la concesión de nuevas licencias en Baleares se ha incrementado este verano la oferta ilegal, en palabras de Antoni Costa, presidente de HABTUR, la patronal balear de la vivienda vacacional. Este incremento supone que el gobierno Balear ha obtenido el efecto contrario al que estaba buscando, ya que en vez de ver como las plazas vacacionales se mantenían o se reducían, en el caso de que algún establecimiento con licencia cerrase, se han visto incrementada de una manera descontrolada, fuera de regulación y de ordenación.
Algo parecido es lo que puede ocurrir en el sector del juego balear, con la reforma anunciada hace unas semanas por el vicepresidente Yllanes que trata de aplicar una moratoria automática para impedir la apertura de nuevos locales y un endurecimiento de las restricciones de los actuales lo que puede hacer aflorar el juego ilegal sin control en Baleares en una comunidad que cuenta con el mayor número de actas de juego ilegal de toda España según el Servicio de Control de los Juegos de Azar y Apuestas de la Policía Nacional.
El Gobierno Balear cerrando salas puede obtener el efecto contrario incentivando el juego ilegal al existir menos alternativas de poder realizarlo de manera legal, regulada y controlada en las salas de juego. Javier Molinera, exjefe del Servicio de Control de los Juegos de Azar y Apuestas de la Policía Nacional hasta el año pasado, en una entrevista concedida a la agencia EFE mientras ejercía su cargo, ya avisaba de los peligros de la sobrerregulación porque “los requisitos que ponen al sector son los que se ponen, por consiguiente, al jugador. Si el jugador ve que tiene muchos requisitos, los habrá que se marchen a un juego ilegal, libre y sin control y esto hay que evitarlo”
Por consiguiente, el vicepresidente Yllanes lo que conseguiría con su propuesta de reforma de la ley del juego es justo el efecto contrario al que está buscando: en vez de proteger a segmentos vulnerables de la población, podría generar una proliferación y descontrol de la oferta de juego ilegal, dejando precisamente desprotegidos a esos segmentos vulnerables, ya que en la actual oferta de juego legal, regulado y controlado hay que recordar que se cumplen escrupulosamente. El titular de la Dirección General de Comerç i Empresa, Miguel Piñol, destacó en una entrevista concedida a la revista Joc Privat la ausencia de menores y prohibidos en las inspecciones realizadas, hecho que valoró «muy positivamente» y que atribuyó a la «responsabilidad empresarial»
Parece fundamental volver a activar el foro de diálogo, incluyendo a los sindicatos y a la patronal del juego, para que la reforma de la ley del juego en Baleares no tenga efectos no deseados a todos los niveles.