Un juez investiga al socialista Cabrera por presunto abuso de poder, prevaricación, odio y desorden público

El Juzgado de Instrucción nº 13 de Sevilla ha admitido a trámite una denuncia interpuesta por Vox contra el concejal socialista del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera Valera, por presuntos delitos de abuso de poder, prevaricación, odio y desorden público tras el altercado en un restaurante de la capital hispalense adelantado por OKDIARIO Andalucía.

De este modo, y según ha podido saber OKDIARIO Andalucía, el Juez ha incoado diligencias previas dando cuenta de ella al Ministerio Fiscal. Pese a que este mismo jueves los socialistas aseguraban en el Pleno de Sevilla que se trataba de unos hechos «archivados», lo cierto es que un juzgado ya investiga lo ocurrido en el restaurante Princi Pico, donde el concejal insultó, tal y como aseguraron los propios camareros a OKDIARIO, al personal del mismo, profiriendo incluso insultos racistas y haciendo personarse en el local a varios agentes de la Policía Local, que hicieron una inspección sorpresa en el restaurante durante más de cuatro horas.

Vox

Dado que lo denunciado es un hecho privado en un restaurante privado abierto al publico, ajeno a cualquier actividad municipal o política, se ha denegado la personación del partido político VOX Sevilla como acusación particular, siendo a lo sumo su denuncia ejercicio de acción popular, respecto a la cual deberá  consignar en este Juzgado en plazo de cinco días naturales 1.600 euros de fianza.

Según ha podido saber OKDIARIO Andalucía, Vox Sevilla hará frente al pago de los 1.600 euros toda vez que consideran que tienen pruebas y testigos suficientes para acreditar su acusación. «No podemos ir como acusación directa porque es un recinto privado, pero tenemos testigos y más pruebas que vamos a presentar en los próximos días», han asegurado desde la formación que lidera Javier Cortés a OKDIARIO.

Hechos

El concejal delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, profirió presuntamente insultos racistas a uno de los empleados del establecimiento después de que éste se negara a preparar una mesa de diez comensales para el socialista y sus familiares. Cabrera abandonó el local entre insultos y envió después a ocho agentes de la Policía Local de Sevilla para que inspeccionaran el local en busca de algún fallo.

Vox entiende que hay indicios más que suficientes para considerar que el teniente alcalde de Sevilla pudo incurrir en delitos: coacciones, abuso de autoridad y prevaricación, delito de odio y desorden público. Javier Cortés, presidente de Vox Sevilla, asegura que “si en las próximas horas se produce el cese del señor Cabrera, nos retiraríamos como acusación particular. Un error se puede perdonar, pero una mentira reiterada, no”.

«Cabrera ha utilizado su situación privilegiada dentro de la ciudad como máximo responsable de la Policía Local para actuar en beneficio propio», señala Cortés, al tiempo que subraya que, «de un día a otro, el propietario del restaurante y todos sus empleados han cambiado de versión» tras una reunión con su abogado y con Cabrera.

Por su parte, la portavoz del grupo municipal Vox en el Ayuntamiento de Sevilla, Cristina Peláez, recuerda que “un teniente alcalde debe serlo las 24 horas del día” y “en una reunión personal no puede hacer uso de la Policía como si fuera suya”.

Unas actuaciones que, con la presencia de «muchísimos testigos», «parecieran abuso de poder», ha indicado la portavoz de Vox, que recuerda que “los recursos públicos, y la Policía Local lo es, deben estar al servicio de los ciudadanos, no al servicio personal del Delegado”.

«Tenemos el deber de control y fiscalización del Gobierno y, como mínimo, tenemos que investigar qué ha pasado y llegaremos hasta el final», ha concluido Peláez.