Contra el reloj, con una hora de tiempo concedido, varias familias de Tazacorte unían sus esfuerzos para tratar de salvar los máximos enseres personales de sus viviendas antes de que la colada de lava del volcán de La Palma se los llevara por delante. Lo hacían con resignación y con el enfado de que ni les hubieran avisado antes ni les hubieran permitido acceder a sus viviendas con antelación. «No nos dejaron pasar a por nuestras cosas, les daba igual que se quemaran» explica visiblemente molesto uno de los afectados.
Estas familias, con las que OKDIARIO compartió la evacuación de sus pertenencias, cargan, sobre todo, contra las indicaciones de los gobiernos canarios y del Estado a la Policía. Dicen que se encontraban con muros que no razonaban a sus peticiones, por órdenes directas de “por aquí no pasa nadie”. Algunos trataban de sortearlos, conscientes de que no ponían en riesgo su seguridad, porque con la colada del Cumbre Vieja avanzando a 200 metros por hora aún quedaba casi un día para que pasase por su zona.
Ester, una de estas vecinas que este martes vaciaba su casa, agradecía la colaboración de todos los concejales del gobierno de Tazacorte que se han volcado con ellos. De hecho, el concejal de servicios municipales de este pequeño municipio, Roberto Pérez, les ayudaba a descargar los camiones cargados hasta arriba de electrodomésticos, ropa y muebles que hasta que no sepan el futuro de su casa y sus vidas podrán almacenar en el pabellón deportivo municipal. Dice el edil que “es la única forma con la que podemos ayudar ahora mismo”.