Impotencia entre los vecinos de La Palma por los daños causados por el volcán Cumbre Vieja

La sensación es de impotencia. No hay otro sentimiento que defina mejor lo que viven miles de vecinos de La Palma que asisten atónitos a cómo la erupción del volcán Cumbre Vieja está arrasando con parte de lo que hasta hace unas horas era su paisaje y su día a día.

El mirador de Las Manchas es el lugar desde el cual se ve mejor la erupción que sigue activa y expulsando lava y ceniza con gran virulencia. Es en ese punto en el que se concentran más palmeros y turistas atraídos por el espectáculo de la naturaleza que, sin embargo, les causa dolor y tristeza.

Muchos ven a la distancia cómo la lava engulle sus viviendas. Otros no separan la vista ni un minuto de sus propiedades con el deseo de que la colada las acabe esquivando. Manuela, entre lágrimas, relata a las cámaras de OKDIARIO que «tengo amigos que han perdido las casas».

Esta vecina de El Paso recuerda cómo fue el momento de la erupción. Estaba preparando las camas para unos familiares que ya habían sido desalojados: «De repente oí una explosión y dicen: reventó, reventó el volcán». Con la voz entrecortada admite que «lo vive uno con mucha angustia y desesperación «.

Todos, con la incertidumbre de saber «qué va a pasar a partir de ahora», coinciden en el daño que la erupción del volcán Cumbre Vieja está provocando a una zona que ya ha pasado por dos situaciones similares y un incendio importante este pasado verano. La principal preocupación es «cuanto tiempo va a durar esto».

Otra vecina del municipio palmero, ante los comentarios de muchos peninsulares y otros isleños que incluso han cogido el ferry desde Tenerife para acercarse a ver en directo lo sucedido, apunta que «para la gente que viene de fuera será muy bonito, muy importante, pero nosotros ya hemos pasado dos, y cuando hace daño da mucha pena».