Energía solar a todo tren: la fotovoltaica ya funciona en las vías del ferrocarril
Hasta 300.000 hogares podrían abastecerse de la energía suministrada por estas células
La energía solar recogida es introducida directamente en la red local
El sistema, que cuenta con sistemas antihurto, puede instalar en las vías hasta 150 paneles por hora en las vías

A veces, fijarse en detalles aparentemente insignificantes puede ser el germen de una idea genial. Así sucedió con los impulsores de la siguiente iniciativa, que se les ocurrió mientras esperaban el tren. Simplemente, se preguntaron por qué no utilizar el hueco existente entre las vías para colocar paneles solares.
Este pensamiento fue el origen de la startup suiza Sun-Ways, responsable de un sistema pionero que precisamente emplea el espacio entre los rieles para instalar células fotovoltaicas desmontables que además son totalmente compatibles con el tráfico ferroviario.
A finales del pasado mes de abril fue inaugurada la que podríamos denominar como primera central solar desmontable que ha sido instalada en una vía férrea. Dicha inauguración tuvo lugar en Buttes, un pequeño pueblo del oeste de Suiza, donde la startup ha cubierto 100 metros de vías con células fotovoltaicas para este proyecto piloto.
La línea correspondiente a esta estación es responsabilidad de TransN, la empresa de transporte público del cantón suizo de Neuchâtel. El proyecto cuenta además con el apoyo de la Agencia Suiza para la Promoción de la Innovación, entre otros socios destacados.
300.000 hogares
La energía suministrada por los 48 paneles de las vías de Buttes, a razón de 385 vatios por unidad, producirán cada año unos 16 megavatios por hora de electricidad, que serán introducidos directamente en la red eléctrica local. Con esta energía es posible satisfacer el consumo energético de tres o cuatro hogares.
Según Sun-Ways, si se implementara este sistema en los más de 5.300 kilómetros de red ferroviaria suiza, se podría generar una cantidad de energía suficiente como para abastecer a 300.000 hogares, lo que el supone el 2% de la energía demandada en todo el país.
La generalización de este sistema también serviría para cubrir hasta el 30% de las necesidades energéticas del transporte público suizo y para ahorrar, de paso, unas 200.000 toneladas de C02 cada año.
Paneles solares
Las células fotovoltaicas diseñadas por la startup pueden adaptarse a anchos de vía estándar y a otros calibres menos habituales. Sus dimensiones aproximadas son de un metro de ancho por 1,7 metros de largo.
Gracias a que estos paneles son fácilmente desmontables, las operaciones de mantenimiento y recambio no suponen ningún inconveniente. Por otro lado, y como explica la compañía: «Existen sistemas de limpieza, en forma de un cepillo cilíndrico, que se coloca al final del tren y limpia automáticamente los paneles al pasar sobre ellos».
Tampoco hay riesgo de deslumbramiento para los maquinistas gracias a su filtro antirreflejo. Además, en cada proyecto de instalación de Sun-Ways se realizará un análisis de deslumbramiento, como ya se hace en centrales eléctricas terrestres instaladas cerca de vías férreas.
Durabilidad y resistencia
Las células destacan igualmente por su alta durabilidad y resistencia. «Un informe pericial indica que el dispositivo Sun-Ways se mantiene perfectamente estable cuando pasan trenes a velocidades de hasta 150 kilómetros por hora (km/h) y soporta vientos de hasta 240 km/h. En el tramo elegido para el proyecto piloto, la velocidad máxima es de 70 km/h», detallan fuentes de la compañía.
Estos paneles han sido además probados ante todo tipo de contingencias, como pueden ser intentos de vandalismo o de robo, y también la aparición de condiciones climáticas extremas, entre otros posibles escenarios adversos.
PUMA
Una de las claves de esta iniciativa es la máquina ferroviaria PUMA, desarrollada por Scheuchzer, empresa especializada en el mantenimiento de vías férreas. PUMA es un tren de instalación que utiliza un mecanismo de pistón para desplegar, de forma rápida y eficiente, hasta 150 paneles solares por hora, y alrededor de 1.000 metros cuadrados por día.
Todo ello sin afectar apenas al tráfico ferroviario, gracias a la agilidad del proceso, y reduciendo al mismo tiempo el coste total de la instalación. Factores ambos que hacen plausible la escalabilidad de la iniciativa de cara a su expansión por más áreas de Suiza, e incluso de otros países.
España
De hecho, no sería descabellado que algún día viéramos paneles solares en las vías férreas de nuestro país. Todo dependerá del éxito del proyecto piloto, cuya duración prevista es de tres años.
En caso de resultar exitoso, Sun-Ways podría plantearse extender su tecnología a toda Suiza y también a otros países, entre los que figuran España, Rumanía y Corea del Sur, donde ya se está trabajando en proyectos similares.
También se están manteniendo conversaciones de carácter exploratorio con posibles socios en China, Estados Unidos, Tailandia y Australia.
En el caso concreto de España, hay que recordar que el ancho de vía en nuestro país es de 1.668 milímetros (1,668 metros), mientras que el estándar europeo es de 1.435 milímetros, cuestión que no supondría ningún problema al ser totalmente adaptables los paneles, confirman desde la compañía.