10 curiosidades de Ámsterdam que quizá desconocías
Cuando alguien menciona la palabra Ámsterdam, aparte de decir que es la capital de Holanda a muchos se le viene a la cabeza dos cosas: los coffee shops y el Barrio Rojo. Ambos son famosos porque es legal lo que en muchos países del entorno no lo es, la marihuana y la prostitución. Pero Ámsterdam es una ciudad con muchos otros atractivos. Un lugar lleno de secreto que en TourAffinity queremos que conozcas más. Por eso te vamos a descubrir algunas curiosidades sobre ella. Quién sabe, ¡quizá conocer estas historias te haga querer visitar Ámsterdam!
El gintonic, con sello de Ámsterdam
Ahora se han puesto tan de moda que no hay afterwork que se precie sin un buen gintonic. Pero, ¿sabes de dónde viene la ginebra? Efectivamente: se descubrió, inventó, popularizó y exportó a todo el mundo desde la capital holandesa.
Casas flotantes, mejor que las ‘normales’
En Ámsterdam puedes vivir en una casa a pie de calle o en una sobre los canales. Repartidas por la ciudad hay numerosas casas-barco que poco tienen que envidiar a las tradicionales de ladrillo y cemento. Hay mucha gente que, bien sea por el alto precio del suelo o por la escasez de inmuebles, decide vivir en un barco (hay que sacarse una licencia para ello).
¿Dónde está la línea 8 del tranvía?
Esto no tiene nada que ver con la superstición, más bien con la historia. Durante la II Guerra Mundial la línea número ocho del tranvía se utilizó para deportar a los judíos. Una vez finalizó el conflicto se decidió no reestablecerla como homenaje.
A la rica sopa de guisante
Si visitas Ámsterdam en invierno seguramente acabes congelado. Nada mejor que entrar en calor con uno de los platos más típicos y deliciosos que encontrarás allí: la sopa de guisante.
XXX
¿Qué significan las tres ‘x’ que se pueden ver en casi todos lados de la ciudad? Es una buena pregunta, tan intrigante que ni siquiera los propios habitantes de Ámsterdam sabrían contestar. Hay varias teorías sobre el tema. Una de ellas apunta a que cada ‘x’ corresponde a los tres adjetivos con los que la Reina Victoria definió a la ciudad: valor, determinación y misericordia. Pero también hay leyendas que apuntan a que el patrón de Ámsterdam, San Andrés, murió en una cruz con forma de equis. Lo que sí está claro es que ‘XXX’ no tiene nada que ver con el Barrio Rojo…
¡Qué casas más estrechas!
Una de las cosas que más llama la atención al llegar es que las casas son muy estrechas. ¿Y a qué se debe esto? Se remonta al siglo XVIII, cuando se determinó que los impuestos por la vivienda irían en función de la anchura de los inmuebles. A menor anchura, menos impuestos. Y esta curiosa tradición se ha mantenido hasta el día de hoy.
Las casas, ¿también inclinadas?
Esto es una consecuencia de la anterior curiosidad. Como las viviendas son tan estrechas, se hace prácticamente imposible subir los muebles a las plantas altas con seguridad. De ahí que se decidiera por colocar un gancho en lo alto de cada casa, que se complementa con una pequeña inclinación que sirve para evitar que los muebles choquen contra la fachada al subirlos.
El secreto del fondo de los canales
La bicicleta es uno de los principales medios de transporte de Ámsterdam. Pero no te imaginas el lugar más raro en el que se encuentran… ¡En el fondo de los canales! Los encargados de mantenimiento dicen que lo que más se encuentran al limpiar los canales son bicicletas. ¿Cómo llegan hasta allí? ¿Y cómo hay tantas? Buena pregunta…
El primer peaje del mundo
Cataluña es conocida, entre otras cosas, por ser uno de los territorios donde más peajes encontramos en sus carreteras. Pero el origen de los peajes no está allí, sino en Ámsterdam. Fue allí donde se instaló el primero, en el edificio In de Waag. Por ahí entraban a la ciudad los barcos, que pagaban el impuesto de acuerdo a su preso y al producto que llevaran.
Nueva Ámsterdam
La curiosidad final no tiene que ver directamente con la ciudad holandesa, sino con Nueva York. La hoy capital de Estados Unidos fue fundada por los neerlandeses con el nombre de Nueva Ámsterdam, aunque tras varias guerras pasó a manos de los ingleses, que la rebautizaron como Nueva York.