La Policía tailandesa pide la pena de muerte para Daniel Sancho por asesinato con premeditación

La Policía de Tailandia pide formalmente la pena de muerte para el español Daniel Sancho por el asesinato premeditado del colombiano Edwin Arrieta. Así ha cerrado el subdirector de la Policía tailandesa la rueda de prensa en la que se han ofrecido nuevos detalles sobre el crimen. Según los investigadores, Sancho mató a puñaladas y golpes al cirujano colombiano para acabar con la relación que ambos mantenían.

El siguiente paso de los investigadores será enviar las conclusiones a la Fiscalía para que arranque la fase oral, en la que se pedirá la máxima pena para Daniel Sancho. «Fue un asesinato planificado y, por lo general, se pide la pena de muerte para estos casos», han indicado.

Ha sido el subdirector de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparn, quien ha asegurado este martes durante la rueda de prensa que ha ofrecido en la isla de Koh Phangan, que ha concluido la investigación sobre el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. El alto responsable policial ha afirmado que se trata de un asesinato premeditado en el que no participaron terceras personas. Según la Policía de Tailandia, sólo se han encontrado restos de ADN de Sancho y Edwin Arrieta en el bungalow donde presuntamente se cometió el crimen.

Daniel Sancho se encuentra en prisión provisional en Tailandia desde su detención el pasado sábado 5 de agosto por el presunto homicidio del colombiano Edwin Arrieta.

Según los agentes, Sancho llegó antes que la víctima a la isla de Koh Phangan y compró cuchillos y útiles de limpieza para cometer el crimen y deshacerse del cadáver de Edwin. El relato policial, construido a partir de las pruebas recabadas y las confesiones del propio Daniel Sancho, establece que el español mató a Edwin en su bungalow de Salad Beach en la tarde del día 2 de agosto y a continuación descuartizó sus restos en 14 partes.

Daniel Sancho empleó esa misma noche y la madrugada siguiente, según los investigadores, para deshacerse de los restos en el mar y en un basurero, pero parte del cadáver fue encontrado en el vertedero la mañana del día 3. Dentro de una de las bolsas con restos humanos estaba el ticket del supermercado donde Daniel Sancho compró el cuchillo y los productos para limpiar, y los policías no tardaron mucho en ver al español en las imágenes de las cámaras de seguridad del comercio.

En esas imágenes, los agentes también vieron la motocicleta del alquiler que conducía y en ella, una pegatina de la tienda de alquiler. Así situaron a su principal sospechoso en un tiempo récord. Mientras le buscaban, fue Daniel el que la madrugada del viernes 4 de agosto se presentó en comisaría a denunciar la desaparición de Edwin empujado por las llamadas continuas de los amigos de la víctima. Los agentes le detuvieron allí mismo, y tras su confesión ante el juez del caso fue enviado a prisión provisional a la espera de juicio.