Un juzgado de Lugo multa con 270 € a un paisano por realizar “actos sexuales” con una vaca
Le condenan por un delito leve de maltrato animal
El juez explica en su sentencia: "Es una humillación para la vaca"

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo ha condenado al pago de una multa de 270 euros a un hombre por realizar un «acto de naturaleza sexual» con una vaca preñada en una explotación ganadera de la localidad de Castro de Rey durante la madrugada del 29 de junio de 2025.
Los dueños de la explotación sorprendieron al condenado con la vaca, alertados por los mugidos del animal. En ese momento «vieron al condenado con la vaca al tiempo que decía ‘quietiña, oh’».
Los perjudicados declararon que el condenado admitió que estaba realizando «actos de carácter sexual con la vaca», algo que también reconoció posteriormente ante la Guardia Civil.
Así, el juez, ha condenado al acusado por un delito leve de maltrato animal, también lo ha inhabilitado para el ejercicio de profesión, oficio o comercio relacionado con animales y para la tenencia de estos durante cuatro meses.
Los hechos
En la sentencia, el juez explica que el condenado «la ató de cabeza y cola para impedirle reaccionar naturalmente» y, a continuación, “imponerle una conducta no definida con seguridad, pero que, en todo caso, conllevó manipulación en la zona del cuerpo del animal bajo su cola, lo que implica un menoscabo y una humillación para la vaca que, sin duda, pueden reputarse como graves».
Sorprendido por los dueños
El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo señala que del conjunto de indicios se deriva que el condenado realizaba con la vaca una conducta de tipo sexual cuando fue sorprendido, durante la madrugada del 29 de junio de 2025, por los dueños de la explotación.
Entre dichos indicios, la sentencia hace referencia a lo observado por los testigos, que eran el propietario de la vaca y su madre. Igualmente, el relato de hechos asume que el condenado llegó a la granja pertrechado de una cuerda para atar a la vaca y un taburete de su propiedad. De hecho, entre esa cadena de indicios, el juez valora que los propietarios sorprendieran al condenado subido al taburete en la parte trasera de la vaca.
El condenado no asistió al juicio
Además, el juez hace hincapié en que el acusado no compareció en el juicio «para negar los hechos u ofrecer alguna versión alternativa que pudiera ser verosímil, algo harto improbable ante la conducta del denunciado y la forma en que tenía dispuesto al animal, además de lo concluyente de los indicios, por lo que su silencio en el juicio puede ser valorado también como elemento corroborador».