ESTAFAS

El estafador peruano de las mil caras y su vida de lujo en España a costa de sus víctimas

El estafador lleva dos años "pegándose la vida padre" en España

Un juez le deja en libertad tras su detención número 11

estafador peruano

Es el estafador peruano de las mil caras y lleva más de dos años viviendo de estafar a empresarios en España. Se hace llamar Benjamín, David, Arthur o Darwin, su nombre más difundido. Unas veces se identifica como chileno, tal y como figura en el pasaporte falso que ilustra esta información. También se hace pasar por canadiense, peruano o estadounidense.

Lo que no cambia es su modus operandi para estafar a hosteleros y restauradores con el único objeto de vivir una vida de lujo en España sin dar palo al agua. Este mes de marzo le han detenido por undécima vez en Galicia y ha vuelto a salir en libertad con cargos para seguir recorriendo España estafando a todo el que se cruce con él.

Darwin (a partir de ahora) es en realidad un estafador peruano de 27 años que se presenta como directivo de una empresa minera canadiense y ha dejado un largo reguero de víctimas en Madrid, Cataluña, Extremadura, Andalucía y, últimamente, en Galicia. Aunque tenía requisitorias de ingreso en prisión y de búsqueda emitidas por una decena de juzgados de españoles, seguía con sus estafas en Lugo y ha sido detenido en Outeiro de Rei por undécima vez acusado de una nueva estafa en un hotel.

En esta ocasión, la Policía Nacional lo detuvo por engañar a un hotel en el que se alojaba desde hacía días, siguiendo un modus operandi habitual para este sospechoso. Se hace pasar por ejecutivo internacional y pide la mejor habitación, reservando con documentación falsa. También solicita un vehículo lujoso con chófer disponible las 24 hora del día, e incluso ha llegado a pedir que llenen la nevera de su alojamiento.

A la hora de pagar hace transferencias que posteriormente anula, aunque presenta el certificado de la transferencia al hotel o empresa estafada. Cuando se deshace el entuerto, Darwin ya «ha volado» en dirección a su nuevo destino.

«Parecía muy fantasioso»

En Lugo se alojó solo y contó, como siempre, que se encontraba en viaje de trabajo. Los gallegos le calaron rápido. «En uno de los traslados caros que nos pidió con chófer, empezó a hablar de más y enseguida. Notamos que era un fantasioso». Ellos advirtieron a la Guardia Civil sobre su huésped,  que ya les debía 1.000 euros. Los guardias, tras confirmar que se trataba del famoso estafador de las mil caras, alertaron a la Policía Nacional de Lugo, que le arrestó por los delitos de estafa, apropiación indebida y hurto.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo decidió dejarle en libertad provisional como investigado. Darwin Grover admitió los hechos, se justificó alegando que sufre un problema de mitomanía que le empuja a vivir una vida lujosa e irreal para satisfacer su necesidad de admiración por parte de los demás.

Se hacía pasar por su padre

Darwin es libre de nuevo para seguir estafando a los demás para vivir su vida de lujo. Así lleva haciéndolo desde el otoño de 2021 en el que llegó a España. Su capacidad de persuasión es tal que, haciéndose pasar por su padre a través de emails, ha llegado a convencer a algunos perjudicados de que a su hijo no le funcionaban las tarjetas bancarias en España, y que a su llegada al hotel le facilitaran efectivo para sus gastos cargándolo a su cuenta en el establecimiento. El padre y el hijo eran la misma persona, obviamente, el estafador Darwin.

Sus víctimas se cuentan por toda España. Tiene cerca de veinte denuncias ya acumuladas. Francisco Piñero, propietario de una cadena de apartamentos de lujo en el centro de Cáceres se acuerda bien de Darwin.

«Llegó con su madre a finales de agosto y nos pidió el apartamento más caro y lujoso que teníamos, uno con bañera de hidromasaje en el centro de Cáceres. Un sábado nos pagó con transferencia y como era festivo no pudimos confirmarlo hasta el lunes. Luego desapareció», cuenta Francisco, que no llegó a denunciar por falta de fe en la justicia, pero que ahora, tras contactar con más víctimas en Extremadura, asegura que denunciará en breve la estafa.

75.000 euros en una discoteca

La Policía sabe que no va a ser fácil echarle el guante a Darwin de nuevo. El estafador cambia de lugar cada diez días aproximadamente. Comete la estafa y desaparece rumbo a un nuevo objetivo donde pueda alojarse con lujo y comer lo mejor.

Así lo ha hecho en los mejores barrios de Barcelona, Madrid o Sitges. Vivir a lo grande sin trabajar, conduciendo deportivos y alojándose en hoteles de cinco estrellas. En una conocida discoteca de la capital madrileña llegó a estafar más de 75.000 euros en tan sólo tres noches.

Incluso llega a ordenar que le hagan la compra y se la dejen preparada en sus alojamientos, sobre todo si se trata de apartahoteles. Ahí es donde Darwin pierde todo su glamour, en su alimentación. Su lista de la compra habitual, que ya ha repetido en varias ocasiones, se fundamenta en mucha bollería industrial y pollo frito tipo nuggets. Nada de buen vino ni exquisitos manjares.

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