Los hermanos de Morata de Tajuña fueron víctimas de una estafa nigeriana y debían dinero a prestamistas
Amelia, Pepe y Ángeles, se habían arruinado y debían mucho dinero a prestamistas
Las víctimas le entregaron más de 400.000 euros a los estafadores
Amelia, Pepe y Ángeles G. A., los tres hermanos asesinados en Morata de Tajuña (Madrid) fueron víctimas de una «estafa nigeriana» que les dejó en la ruina según ha podido saber OKDIARIO. Esa situación les empujó a pedir préstamos que no habían devuelto y que podrían estar relacionados con su brutal asesinato y la quema de sus cuerpos para borrar las huellas del triple crimen.
Las dos hermanas, de alrededor de 70 años, entablaron una relación sentimental con dos falsos capitanes del ejército de EEUU destinados en Afganistán a los que entregaron 400.000 euros a cambio de cobrar una herencia de 7 millones de dólares.
Durante ocho años, los tres hermanos de Morata de Tajuña entregaron a los estafadores todo el dinero que fueron capaces de reunir. Vendieron su casa familiar en el distrito madrileño de Ciudad Lineal y pasaron de una vida acomodada a pasar penurias económicas, sin dinero para comprar ropa o comida.
No hicieron caso de los consejos de sus vecinos que, preocupados, les alertaban de la estafa. Los tres hermanos vivían obsesionados con una falsa herencia que los estafadores iban a compartir con ellos.
Hace un tiempo, uno de los dos «novios» de las ancianas les dijo que el otro había fallecido y que les dejaba la herencia de 7 millones de dólares, pero para desbloquearla debían enviarle más dinero.
Arruinados, Amelia, la más pequeña de los tres hermanos y la que llevaba el mando en la vivienda, convenció a Ángeles y a Pepe de pedir préstamos a conocidos y extraños. Los tres hermanos de Morata de Tajuña no devolvieron el dinero y han terminado asesinados y quemados en su propia vivienda.
Enseñaban la foto de sus novios
Según los testigos, interrogados en estos momentos por los investigadores, hace un tiempo uno de esos prestamistas se presentó en casa de los tres ancianos, machete en mano, para exigir su dinero. Entre tanto, las ancianas seguían obsesionadas con la herencia de 7 millones que le iba a traer su capitán de EEUU y enseñaban la foto, orgullosas, a sus vecinas. En la imagen, un hombre maduro y bien parecido, con uniforme militar, miraba a cámara confiado.
Precisamente han sido los vecinos los que hoy jueves alertaron a la Policía Local de la ausencia de los tres hermanos, Pepe, el mayor de los tres, sufría una leve discapacidad. Los tres participaban asiduamente en las actividades que se organizaban en el pueblo para los mayores pero desde hace un mes nadie les había visto.
Las persianas de su domicilio en la Avenida de los Príncipes de Asturias permanecían bajadas desde hace más tiempo aún. Cuando la Guardia Civil ha entrado en la casa de los tres ancianos con la pertinente orden judicial se la han encontrado revuelta.
Los cuerpos de los tres hermanos presentaban evidentes signos de violencia y sus cadáveres habían sido parcialmente quemados en un vano intento de ocultar las pruebas del triple crimen.
A última hora de la tarde, pasadas las 19:00 horas, se llevaba a cabo el levantamiento de los cuerpos de los tres hermanos de Morata de Tajuña en presencia de la autoridad judicial. Sus cuerpos serán trasladados al Instituto Anatómico Forense donde se le realizarán las pruebas de la autopsia en las próximas horas.
Ahora, se busca a esos prestamistas a los que los hermanos debían altas cantidades de dinero para interrogarlos. Esa es la principal pista que siguen los investigadores de la Guardia Civil de la Comandancia de Madrid.