Qué es la endocarditis: no confundir con la miocarditis
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El revestimiento interior de las válvulas y cámaras cardíacas puede inflamarse como resultado directo de una infección bacteriana. Para saber más al respecto, deberíamos preguntarnos qué es la endocarditis, qué la causa y qué tratamientos existen para ella.
Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de bacterias y coágulos en las válvulas, dentro de las cuales se forman vegetaciones que se van desprendiendo y pueden afectar a los órganos vitales de los seres vivos hasta ocasionar la muerte. Comúnmente se confunde la endocarditis con una patología parecida, la miocarditis -que es la inflamación del músculo cardíaco-.
Causas y prevalencia de la endocarditis
Las estadísticas evidencian que la endocarditis ataca a 3 hombres por cada 1 mujer, y en cuanto a los factores que la provocan destacan las infecciones virales o por hongos. Sin embargo, sobresale la penetración de bacterias como principal explicación. Normalmente estas bacterias se introducen en el organismo por la piel, la cavidad bucal y/o las vías respiratorias.
En general convivimos con estas bacterias y no pasa nada, pero algunas personas desarrollan una respuesta del sistema inmune que, en su intento por defender al organismo, genera cambios en las funciones de la válvula en la que se asienta la endocarditis.
Estas modificaciones en las funciones de la válvula pueden producirse bajo ciertas situaciones con las que hay que ser cuidadosos. Entre ellas, los procedimientos de cirugías dentales y del tracto respiratorio, en los que se realizan aberturas en zonas sensibles donde pueden colarse las bacterias. Quienes sufren de septicemia, una infección de la sangre, son incluso más vulnerables.
Primeros síntomas
Es importante identificar la sintomatología de esta afección para detectar cuanto antes e iniciar un tratamiento a fin de combatirla. Podemos dividir los síntomas en dos, los subagudos y los agudos.
En el segundo de los casos, la fiebre elevada es habitual. Rápidamente se eleva la frecuencia cardíaca, y puede sentirse una fatiga inusual. Ante cualquiera de estos síntomas, recomendamos acudir a una clínica u hospital. Si los vasos sanguíneos se rompen, pueden llevar a la muerte.
En la endocarditis subaguda, los síntomas tienen que ver con una ligera fiebre, pérdida de peso y sudoración excesiva, por citar tres.
Tampoco son extrañas las manchas cutáneas en los pies y en las manos. El problema de estos síntomas es que pueden confundirse con los de otras enfermedades, y algunos pacientes pasan meses hasta que finalmente obtienen el diagnóstico correspondiente.
¿Es posible prevenir esta patología?
Más allá de las averiguaciones constantes, los científicos hasta ahora no han descubierto ningún truco ni acción preventiva para evitar la endocarditis ni sus consecuencias. Eso sí, quienes son considerados pacientes delicados por sus bajas defensas pueden tomar medicamentos preventivos para reducir el efecto de los síntomas de dicha afección. Pero no es posible prevenirla en sí misma.
Los pacientes más delicados son aquellos que tienen un trasplante de corazón, fallos en las válvulas cardíacas, malformaciones cardiacas congénitas o antecedentes previos de endocarditis infecciosa. Si cumples con alguna de esas condiciones, deberías pedirle a tu médico de confianza que te sugiera varios remedios para reducir el potencial efecto devastador de la endocarditis.
Diagnóstico de la endocarditis
Ante la menor sospecha de la enfermedad, casi siempre debido a un proceso infeccioso con fiebre persistente, se extrae sangre para comprobar cuál es su estado y si saltan microorganismos.
Para ello se hace un hemocultivo, que es clave porque ayuda a decidir cuál será el tratamiento más adecuado para deshacerse de esas bacterias. Tienen un tratamiento para cada tipo de bacteria.
Terapia para contrarrestar esta enfermedad
Estos tratamientos se basan en el suministro de antibióticos intravenosos. Su aplicación puede prolongarse durante semanas. Paralelamente, se deben controlar otras dificultades derivadas de esta patología, como las embolias y la insuficiencia cardíaca.
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