Ola de calor en España: medidas sanitarias para evitar golpes de calor y deshidratación
El golpe de calor es una urgencia médica que se produce cuando el cuerpo no puede regular su temperatura y supera los 40 °C


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España vuelve a enfrentar temperaturas extremas este verano, con termómetros que superan los 40 °C en varias comunidades. Las autoridades sanitarias han emitido recomendaciones urgentes para minimizar los riesgos, especialmente entre los grupos más vulnerables: personas mayores, niños, embarazadas y enfermos crónicos.
El golpe de calor es una urgencia médica que se produce cuando el cuerpo no puede regular su temperatura y supera los 40 °C. Puede causar daño en órganos vitales e incluso la muerte si no se trata a tiempo. Los síntomas más frecuentes incluyen piel caliente y seca, confusión, pérdida de conciencia, dolor de cabeza, náuseas y pulso acelerado.
En 2022, según datos del Instituto de Salud Carlos III, se atribuyeron más de 4.600 muertes a causas relacionadas con el calor extremo. El Ministerio de Sanidad, junto con las comunidades autónomas, activa cada verano el Plan Nacional de Acciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperaturas, que establece niveles de alerta y recomendaciones.
Estas son las principales medidas sanitarias para evitar riesgos:
- Hidratarse constantemente, aunque no se tenga sed. Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día y evitar el alcohol o las bebidas azucaradas.
- Evitar la exposición al sol entre las 12:00 y las 17:00 horas, el tramo más caluroso del día.
- Utilizar ropa ligera, de colores claros y tejidos transpirables, así como sombreros o gorras.
- Mantener los espacios interiores frescos, usando ventiladores, aires acondicionados o bajando persianas.
- Duchas frías o paños húmedos en cuello, muñecas y tobillos para bajar la temperatura corporal.
- No dejar a nadie en el interior de un vehículo estacionado, especialmente niños o personas mayores.
Atención especial a los colectivos vulnerables
Las personas mayores de 65 años son el grupo con mayor riesgo. A menudo no perciben la deshidratación ni sienten sed, lo que puede retrasar la atención médica. También los bebés y niños pequeños, por su sistema termorregulador inmaduro, requieren supervisión constante.
Los servicios sociales y sanitarios refuerzan durante los episodios de calor la vigilancia a estos colectivos, activando visitas domiciliarias y llamadas de seguimiento.
Qué hacer ante una emergencia
Si se sospecha que una persona está sufriendo un golpe de calor:
- Llamar inmediatamente al 112.
- Trasladarla a un lugar fresco y sombreado.
- Aplicar compresas frías o agua en el cuerpo.
- No administrar líquidos si la persona está inconsciente o desorientada.
La prevención es clave. Las olas de calor son cada vez más frecuentes y severas debido al cambio climático. Seguir las recomendaciones sanitarias puede salvar vidas. Ante cualquier duda o síntoma, se debe acudir al centro de salud más cercana o llamar a los servicios de emergencia.
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