Las manifestaciones cutáneas son muy frecuentes en pacientes con enfermedades inmunomediadas

La Fundación Española de Reumatología ha organizado, con la colaboración de Clarins, un taller de cuidado de la piel para mujeres con enfermedades reumáticas

La Dra. Plasencia recalca que “pueden provocar un elevado impacto psicológico y algunas de ellas merman la calidad de vida de las pacientes"

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Las enfermedades inmunomediadas (IMIDs) son, en su mayoría, enfermedades sistémicas en las cuales las manifestaciones cutáneas son muy frecuentes a lo largo de la evolución, “pudiendo ser muy variadas y afectando principalmente a pacientes con artritis psoriásica, lupus eritematoso sistémico, esclerosis sistémica, dermatomiositis y vasculitis, entre otras”, según explica la Dra. Chamaida Plasencia, reumatóloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

En este sentido, y con el objetivo de fomentar el autocuidado y reforzar la autoestima de las mujeres con enfermedades reumáticas que pueden sufrir manifestaciones en la piel, desde la Fundación Española de Reumatología -y con la colaboración de Clarins- hemos puesto en marcha el primer taller de cuidado de la piel para mujeres con enfermedades reumáticas, que “ha tenido muy buena acogida”. En opinión de la especialista, “esta actividad es muy beneficiosa para las pacientes por varios motivos, sobre todo para enseñarles qué productos o qué cuidados pueden ser idóneos para ellas, a la vez que comparten experiencias con otras personas con las mismas afecciones o similares”.

Las manifestaciones cutáneas que se observan en pacientes con enfermedades reumáticas son muy variadas como por ejemplo: “rash” cutáneos no pruriginosos, lesiones urticariformes, lesiones fotosensibles (eritema en alas de mariposa), placas descamativas (psoriasis), nódulos subcutáneos (eritema nodoso o nódulos reumatoides), lesiones eritematosas puntiformes (petequias), pérdida de cabello (alopecia), picor en la piel (prurito), piel seca (xerosis), endurecimiento de la piel de los dedos (esclerodactilia), cambio de coloración de las manos con el frío (Raynaud), úlceras en cavidad oral o genitales (aftas), entre otras.

En este sentido, la Dra. Plasencia recalca que “pueden provocar un elevado impacto psicológico y algunas de ellas merman mucho la calidad de vida de las pacientes. Por ello, es importante, además de hacer un buen diagnóstico diferencial y tratamiento dirigido, tener tiempo para investigar con los pacientes cómo esta afectación les está impactando en su vida diaria”.

Asimismo, -añade la especialista- “la manifestación cutánea puede ser el signo guía que ayude a esclarecer el diagnóstico diferencial en el debut de una enfermedad inmunomediada”.

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