Demostrado: el estrés engorda
El cortisol es la hormona responsable de que el estrés engorde
En las altas horas de la noche se produce más grasa de lo normal en las personas con estrés crónico
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Está claro qué se engorda cuando se consumen más calorías de las que se gastan. Las causas de coger unos kilos de más son infinitas y se atribuyen a múltiples causas como problemas hormonales o metabólicos, falta de actividad física, deshidratación, alteración de las comidas, apetito emocional… Sin embargo, todas estas causas se relacionan con un estilo de vida definido por diferentes hábitos, que a veces provocan estrés.
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso, tal y como define MedlinePlus. En esta publicación de OKSALUD puedes leer más información sobre cuando el estrés se convierte en crónico y recomendaciones para frenarlo.
El estrés crónico es un nuevo personaje principal en nuestra sociedad y la preocupación por la salud mental y la necesidad de desconexión es hoy en día más necesaria que nunca. De hecho, la última encuesta realizada por Cegedim Health Data España concluía que los diagnósticos de estrés por ansiedad aumentaron un 40% de 2019 a 2020. Por ello, se ha de alertar del riesgo que supone para la salud y concretamente para el aumento de peso inadvertidamente.
La evidencia de que el estrés juega un papel esencial en el aumento de peso cada vez es mayor y se demuestra en estudios médicos como el que publicó la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, este estudio cataloga a las glucocorticoides como las responsables del estrés y directamente de hacer que el mismo engorde. El estudio es llevado a cabo por Mary Teruel, profesora asistente de química y biología de sistemas y autora principal del estudio, que se publicó en Cell Metabolism.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, las glucocorticoides son un “compuesto que pertenece al tipo de los llamados corticosteroides (esteroides). Los glucocorticoides afectan el metabolismo y tienen efectos antiinflamatorios e inmunodepresores. Pueden ser producidos naturalmente (hormonas) o sintéticamente (medicamentos)”.
Una cuestión hormonal
Este compuesto es derivado del famoso cortisol, hormona liberada como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucosa en la sangre. El estudio señala el peligro de noche, el estrés crónico interrumpe nuestro sueño y desequilibra los niveles de azúcar en la sangre y consecuentemente del hambre o nuestras ganas de comer. De esta manera, cuando los niveles de esta hormona estén muy elevados puede hacer que comas más y que se aumente de peso. No todos los efectos del cortisol son negativos, es una hormona que te hace reaccionar ante situaciones de gran estrés, por lo que es decisiva para poner al ser humano en alerta.
El estudio argumenta que el momento del estrés importa, ya que los niveles de la hormona glucocorticoide suben y bajan a lo largo del día. Cuando estos niveles pierden su regulación, el cuerpo comienza a producir grasa cuando no debería y engordamos.
Los experimentos y el modelado por ordenador de los investigadores indicaron que el sistema debe basarse en dos tipos de retroalimentación positiva, rápida y lenta, para permitir que las células precursoras ignoren el aumento y la caída normales de los glucocorticoides, así como los pulsos cortos durante el día, pero respondan a los pulsos largos, encontraron tres proteínas distintas que impulsan cada retroalimentación.
También probaron el experimento en animales vivos En un estudio de 21 días en ratones. Aunque todos los ratones comieron la misma cantidad, solo los implantados con glucocorticoides ganaron peso. Por lo tanto, la duplicación de su masa grasa se debió tanto a la creación de nuevas células grasas como al crecimiento de las células grasas existentes.
Probablemente, el cortisol sea la hormona culpable de los famosos e inesperados “atracones” de comida. “Los atracones están catalogados dentro de los trastornos de la conducta alimentaria y, como su nombre lo indica, son episodios en los cuales la persona come de manera descontrolada, mucho más de lo que realmente necesita para saciar su hambre”, tal y como define El Prado Psicólogos
Para frenar esta indeseable situación, lo más recomendable es acudir a un profesional que trate su estrés crónico para comenzar a reconstruir los hábitos necesarios para una rutina saludable y comenzar a marcar unas horas de sueño constantes.